Hace unas semanas compartí la noticia de que Anifest estrenaría en salas de cine la cinta “No Game No Life: Zero”; y ya que tuve la oportunidad de verla, aquí les traigo mi opinión al respecto.
La película cuenta con Ishizuka Atsuko en la dirección y con el estudio Madhouse en la producción; quien es recocido por las adaptaciones de series como Death Note, One Punch Man y Hunter X Hunter; animaciones exitosas que confirman la calidad visual de los trabajos realizados por este estudio.
No Game No Life está basada en las historias ligeras del mismo nombre del escritor, Yuu Kamiya. Con un total de 9 tomos en total y con una serie de anime de 12 episodios; esta historia cuenta con gran aceptación entre los fans de la animación japonesa y los videojuegos.
¿De qué se trata?
La cinta es, como su nombre lo indica, una precuela a la serie animada; en la que justamente se explica el origen de las reglas que rigen el mundo de Disboard. Situada 6000 años atrás durante la famosa “Gran guerra eterna”, evento que destruyó la tierra y los cielos; y que llevó a todos habitantes y razas de aquel devastado mundo al borde de la extinción y que ahora se encuentra en el olvido.
Un humano llamado Riku, quien durante una expedición se encontró con una “Ex Machina”. Ésta es un robot en forma de niña, Schuwi, quien fue expulsada de su cluster porque se creyó defectuosa; y quien solo está en búsqueda de comprender el corazón de los humanos.
Juntos buscarán una forma de terminar con la terrible guerra y salvar al mundo.
La película se centra principalmente en la relación entre Riku y Schuwi y en buscar la respuesta a la premisa de esta: ¿Puede una maquina tener corazón?
Desafortunadamente le da tanta importancia a este argumento que ya hemos visto en otros medios; haciendo que los acontecimientos relevantes de la historia de la saga queden completamente en segundo plano. De hecho, los sucesos relacionados a las 10 reglas, Tet ascendiendo al puesto del único dios y la gran guerra en sí se cuenten de manera apresurada y sin la profundidad que la trama merecía.
Visualmente la cinta está llena de colores y luces llamativas, los detalles estéticos están impecables. Además, el diseño tanto de personajes como de escenarios es impresionante, haciéndola, al menos en ese aspecto, superior a la serie.
Por otra parte…
Desafortunadamente, la acción es bastante escasa. Tal vez un par de secuencias rescatables al principio y al final; pero fuera de ahí pasa demasiado tiempo dándole vuelta tras vuelta a la trama de la relación entre Schuwi y Riku, que ésta termina volviéndose tediosa y por momentos aburrida.
El mayor problema con el que cuenta No Game no Life: Zero es el ritmo con el que se desarrolla su historia. El principio es demasiado lento, después se acelera demasiado y vuelve a hacerse lenta, y así sucesivamente. Se salta algunas explicaciones que eran necesarias, o las da tan rápido que hace que uno termine dándole importancia lo que en verdad era importante; el final de la guerra.
La película tiene un par de eventos memorables casi al final de la misma; que logran tocar emociones y que le sacarán lagrimas a más de uno. Éstas funcionan muy bien, sin sentirse forzados o fuera de lugar siendo,; y a mi gusto personal, es lo mejor de todo.
En conclusión…
No Game No Life: Zero funciona de maravilla para todos los que son fanáticos a la animación japonesa; o que se encuentran familiarizados con la historia. Ellos seguramente quedaran maravillados con lo que verán en pantalla; pero para aquellos para los que este sea su primer acercamiento con la saga, tendrán una reacción diferente, sintiéndose perdidos o que no terminan de comprender lo que ocurre.
La cinta se proyectará los fines de semana de marzo en Cinemex.