Paul Schrader dice que el éxito de las películas Marvel se debe a una audiencia desinteresada en las problemáticas sociales.
Paul Schrader escribió el guión de tres de los filmes más famosos de Martin Scorsese: Taxi Driver, Raging Bull, y The Last Temptation of Christ, y recientemente mantuvo una entrevista con CQ en donde se le preguntó si compartía la opinión del afamado cineasta con respecto a que las películas de Marvel no son cine, y su respuesta inicial sorprendió al discrepar con el mismo:
“No, son cine. Así como también lo son los videos de gatos en Youtube. Es un poco sorprende que lo que solíamos considerar entretenimiento para adolescentes, cómics para adolescentes, se haya convertido en el género económicamente dominante. Cada generación ha estado informada por (diferentes medios): la literatura, teatro, televisión, o escuela de cine. Ahora tenemos una generación que ha sido informada por los videojuegos y el manga.”
¿El problema son las audiencias de los filmes de Marvel?
El principio de las susodichas declaraciones ya se intuye como un dardo envenenado a las tendencias de consumo actual, y el posterior desarrollo de la respuesta nos hace confirmar estas sospechas:
“No es que los cineastas hayan cambiado, es que las audiencias lo han hecho. Y cuando las audiencias no quieren películas serias, es muy difícil hacer una. Cuando lo hacen y te preguntan: ‘¿Qué debería pensar sobre la libertad de las mujeres, los derechos de la comunidad gay, o la desigualad económica?’ y la audiencia está interesada en escuchar sobre estos temas, entonces puedes hacer esos largometrajes.”
Lejos de los reflectores
El guionista añadió que durante “los cincuenta, sesenta y setenta” en la industria se hablaban de las susodichas temáticas y las producciones tenían éxito financiero, esto debido a que las audiencias estaban interesadas en los mismos asuntos, pero “algo cambió en la cultura, los reflectores las abandonaron. Esas películas aún se están haciendo, pero ya no están en el centro de la conversación.”
Finalmente Paul Schrader argumentó que cuando sucedió este cambio cultural “las personas se retiraron a las periferias”, además de sugerir que las personas han formado sus propios “mundos Comic-Con”, lo que hará que sea “muy difícil unir a esas personas de nuevo”.
