Según un estudio del Instituto Federal de Telecomunicaciones los videojuegos violentos atentan contra la dignidad humana.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT): organismo encargado de regular regular y supervisar las redes y la prestación de servicios de telecomunicaciones y radiodifusión en México, presentó un estudio en donde analiza como el consumo tecnológico afecta a niñas/os, en el cual se realizan fuertes conclusiones.
Obviamente uno de los apartados a analizar tenían que ser los videojuegos, los cuales son descritos por la organización de la siguiente manera:
«Los videojuegos también representan un gran riesgo por sus contenidos violentos (en muchos de ellos se juega con asesinatos), ya que refuerzan conductas agresivas aprendidas en los hogares o el entorno social que rodea a los niñas, niños y adolescentes, dichos contenidos atentan contra valores humanitarios como el respeto a la vida y la dignidad humana.”
Tras lo anterior el reporte menciona que la gran influencia que tienen los/as youtubers e influencers sobre las personas de 5 a 14 años puede ser nociva, esto si los/as susodichas/os “basan sus contenidos en acciones absurdas o peligrosas”, las cuales “confunden” a este sector sobre «lo que sí es ‘su mundo’ y el que no lo es”, ya que los/as mismas/os fungen como una “aspiración e imponen modelos de referencia.”
Tras esto el estudio ataca al streaming y las redes sociales mencionando que el “consumo desmedido de contenidos virtuales genera personalidades retraídas, agresivas e intolerantes, que trastocan procesos de neurodesarrollo fundamentales como la capacidad de demora para satisfacer necesidades.”
Como informa Xataka el IFT asegura haber consultado a especialistas que mencionan. que el consumo de lo anterior ocasiona una «sobreestimación de la dopamina”, y en la crítica más boomer del texto se menciona que la “flexibilidad” de los padres “no instaura un liderazgo claro (…), lo que suele devaluar la autoridad de los adultos y empoderar a los/as hijas/os.”
A pesar de lo anterior el texto reconoce que algunos beneficios de la tecnología son la mejora del lenguaje, motricidad y aprendizaje autodidacta, de manera que forja personas “menos dogmáticas y más alejadas de doctrinas estrictas, son más difíciles de cooptar políticamente. Tienen la idea de ser ‘una persona del mundo’, de un mundo más colaborativo y competitivo.”