Love, Death & Robots 2 ha llegado a Netflix y realizamos un ranking del peor a mejor episodio.
Una de las propuestas más interesantes de Netflix en los últimos tiempos, ha sido Love, Death & Robots: una serie producida por David Fincher -quien ha colaborado con la plataforma en House of Cards, Mindhunter y Mank-, Tim Miller -cineasta detrás de Deadpool y fundador de la productora Blur Studio-, además de Jennifer Miller y Joshua Donen.
Esta producción funge como un antología de cortometrajes animados, realizados bajo la visión personal de diferentes equipos, los cuales mantienen una línea de coherencia narrativa que gira en torno a la ciencia ficción, donde las palabras que conforma el título: amor, muerte y robots, estarán presentes.
Como suele ser costumbre en una recopilación de diferentes estilos y relatos, los resultados son irregulares: tal y como nos demostró su primera temporada estrenada en 2019, donde encontramos historias arquetípicas y olvidables, pero también otras emocionantes que refrescan al subgénero, y nos dejan con las ganas de explorar más sobre su universo.
Aunque con menos episodios la segunda entrega de este programa es un caso similar, por lo que a manera de reflexión, vale la pena hace un recuento del peor al mejor episodio.
6.- Automated Customer Service / Life Hutch
El último puesto lo comparten estos dos cortometrajes, dirigidos por Meat Dept y Alex Beaty respectivamente, pues se tratan de narrativas arquetípicas de la ciencia ficción: máquinas que se revelan ante la humanidad que se suponía estaban programadas para servir.
Aunque la primera historia tiene mayor carisma debido a que subvierte algunos tópicos mediante la sátira: como el que su protagonista sea una heroína autosuficiente de la tercera edad, en contraposición al segundo relato que se fundamenta en la tensión / drama, además de contextualizarse en un periodo temporal más futurista, en el fondo ninguno de los dos aporta nada nuevo, y por lo tanto son los cortometrajes más olvidables.
5.- The Tall Grass / All Through the House
Nuevamente dos producciones comparten el puesto, y esto se debe a las similitudes que presentan entre ambas: dos historias que centran su argumento en el horror, presentándonos una interesante mitología de bestias: la primera nos recuerda a los wendigos del videojuego Until Dawn, una criatura con pasado humano que busca carne fresca para alimentarse, mientras la segunda nos presenta una especie de krampus en stop motion.
A pesar de esta virtud los relatos se perciben como pequeñas anécdotas pasajeras, que además se sienten fuera de la tonalidad temática de los demás cortometrajes, lo que no les permite destacar sobre el resto.
4.- Ice
Esta obra a cargo de Robert Valley me pareció una de las más fascinantes de la antología, pues en primer lugar el relato posee una mitología cautivadora: la humanidad ha transportado su vida a un mundo que luce como una Antártida distópica, y un grupo de jóvenes se divierten haciendo carreras contra kaijus futuristas con forma de ballenas.
La historia aborda de por medio el conflicto del protagonista por demostrar su valía, además del cariño entre hermanos. Y visualmente es el relato más atractivo de esta segunda temporada, ya que la cámara juega transitando entre perspectivas, y la composición de los planos experimenta con las texturas, inclinaciones, profundidades y luces.
3.- The Drowned Giant
Este cortometraje es la adaptación de un cuento corto de J. G. Ballard, el cual es dirigido por el mismo Tim Miller mediante una animación realista, y funge como un interesante cierre de la antología, ya que subvierte los tópicos desoladores y la narrativa en torno a la acción de otros relatos.
Lo anterior mediante una historia que se fundamenta como una reflexión filosófica de la humanidad, realizada por un científico ante la aparición de un coloso humanoide en las orillas de la playa. La dialéctica de su protagonista aborda lo efímero de nuestro paso en el universo, la vulnerabilidad que nos caracteriza sin distinciones, y el legado que prosigue a nuestra existencia.
2.- Snow in the Desert
Si hay un cortometraje que hace honor al título de la antología, es este. Dirigido de manera colaborativa entre Dominique Boidin, León Bérelle, Rémi Kozyra, y Maxime Luère, este relato posee una mitología que podría componer una gran franquicia, repleta de diversas razas de alienígenas, contextos espaciales, artefactos y habilidades ingeniosas.
Todo esto mediante una narrativa de ciencia ficción que conjunta elementos de western, romance y gore, protagonizada por Snow: un hombre que posee la capacidad de regenerar cualquier parte de su cuerpo, y por lo tanto es buscado por un grupo de mercenarios, quienes desean obtener dicha característica.
1.- Pop Squad
La narrativa de Corea del Sur la continua rompiendo: en esta ocasión Jennifer Yuh Nelson -cineasta detrás de la segunda y tercera entrega de Kung Fu Panda-, dirige el que a mi parecer es el mejor cortometraje de la segunda temporada: una historia que en su conjunto rememora piezas como Blade Runner, BioShock Infinite, y Children of Men.
Todo esto mediante una ciudad distópica, donde la desigualdad se ve reflejada en ciudades donde las personas privilegiadas habitan en la luminosidad de los picos de los rascacielos, mientras los/as menos favorecidas/os viven en sus profundidades.
Como la historia sugiere, esta diferencia social también se ve marcada por el hecho de tener o no hijos/as, ya que quienes se encuentran en la cima de la pirámide social, tienen la posibilidad de recibir un tratamiento que les rejuvenece, característica que les ha hecho abrazar un estilo de vida narcisista, en el que han dejado de interesarse por los/as demás.
Este debate es experimentando por el Detective Briggs, quien se cuestiona si es correcto su labor de perseguir, castigar y asesinar a las personas que eligen llevar a cabo la crianza de otra/o, a la vez que la inmortalidad juvenil basada en el egocentrismo, le provoca un enorme vacío existencial.
Mediante una narrativa en que los silencios hablan por el protagonista que nos rememora a Rick Deckard, la obra funge como una metáfora de una sociedad más acercada al individualismo, que por lo tanto se olvida de la empatía y colectividad, entregándonos un thriller con un poético final visual, que se acerca a la emotividad del icónico monólogo de lágrimas en la lluvia en Blade Runner.