Martin Scorsese vuelve a Netflix de la mano de Fran Lebowitz en Pretend It’s a City, donde harán repaso de como New York a cambiado de los 70 a la actualidad.
Hay autores/as que a lo largo de su obra abordan una misma temática, algunos/as lo hacen muy bien al explorar diversas facetas sobre la misma: lo que compone a una familia en el cine de Koreda, el primer amor en la filmografía de Makoto Shinkai, etc.
Sin embargo, hay otros/as que exploran numerosas preocupaciones y pasiones en su trabajo, uno de ellos es Martin Scorsese, a quien quizá para el canon pop se le conozca por sus películas relacionadas al mundo de la mafia: Goodfellas, Casino, The Irishman, pero a lo largo de los muchos años que lleva laborando en la industria, sus cintas también han explorado con ojo crítico su fe católica y la culpa generada por la misma –The Last Temptation of Christ / Silence-, su lucha contra la adición a las drogas en Raging Bull, o su pasión por la música de George Harrison y Bob Dylan expresada mediante el formato documental.
Precisamente es en este último apartado en el que se desarrolla su más reciente trabajo para Netflix: Pretend It’s a City, el cual se centra en la figura de Fran Lebowitz, afamada escritora y humorista estadounidense, la cual posee una fuerte e interesante perspectiva mediante la cual Scorsese hace un recuento y repasa la actualidad sobre lo que refiere a la cuidad en que creció: New York.
Un solo de jazz
No es la primera vez que observamos a la cuidad neoyorquina bajo los créditos de director italoamericano, sus calles han sido parte de algunos de sus filmes como After Hours, Mean Streets, Taxi Driver, Gangs of New York, Goodfellas y The Irishman.
Mucho menos se trata de la primera colaboración entre Scorsese y Fran Lebowitz, quienes ya se habían reunido en 2010 para el documental Public Speaking en HBO. Es precisamente allí, donde el realizador del Lobo de Wall Street sintió una inquietud narrativa, sobre como contar una historia equivalente a una columna que reflexionara sobre quienes somos. Así la pareja susodicha se reencontraría para filmar una miniserie de siete episodios, donde alrededor de 30 minutos la escritora versara sobre este último tópico.
Scorsese mencionó en una entrevista para Rolling Stone, que para este proyecto buscaba elaborar un relato no ficcional bajo una estructura no convencional, donde coludieran referencias a otras obras artísticas y períodos históricos, algo que se sintiera como un solo de jazz.
Y creo que ningún conjunto de palabras / verbo sería mejor para describir la narrativa de Pretend It’s a City, la cual entremezcla mediante el montaje de David Tedeschi y Damian Rodriguez: diversos monólogos en distintos tiempos / espacios, conversaciones con Spike Lee / Olivia Wilde, secuencias que van desde los largometrajes del propio italoamericano hasta Visconti y score compuesto por Nino Rota para La Dolce Vita.
Este hecho da lugar a resultados irregulares, pero siempre entretenidos por las reflexiones e historias vertidas por su protagonista. Su ritmo vertiginoso atrapa tu atención y la dinámica entre Fran – Scorsese, permite que te sientas inmerso en una conversación entre amigos que llevan años conociéndose: amena y sin tapujos.
Una reflexión a través de las risas
Al igual que tío Marty, a lo largo del metraje las personas espectadoras estamos riendo todo el tiempo, Lebowitz tiene un gran ingenio para la comedia y utiliza la misma para plantear temas serios: es capaz de señalar elementos absurdos para realizar una crítica sobre la incompetencia gubernamental, hablar sobre el Me Too y dificultades que viven las mujeres en su cotidianidad, al mismo tiempo que es capaz de hacer un repaso sobre la historia de New York, reflexionar sobre lo que significa una vida sana, la importancia de la lectura y los espacios de acceso a la misma.
Estes o no de acuerdo con la opiniones vertidas por la afamada escritora, la miniserie se convierte en un espacio de diálogo que te invita a meditar sobre diversos temas que componen nuestra actualidad, aprender sobre la historia de una mítica cuidad y conocer anécdotas curiosas en torno a la cultura experimentada allí.
Así Pretend It’s a City, compone la carta de amor / odio de Fran y Scorsese hacía el lugar donde crecieron y aún viven, una amena exposición que a muchos/as nos gustaría hacer sobre el lugar donde nos desarrollamos: los sueños y pesadillas que coluden nuestros espacios.