El Día del Fin del Mundo ya llegó a salas mexicanas ¿Estás listo para vivir esta experiencia apocalíptica?
Si El Día del Fin del Mundo fuera una predicción de cómo terminaría el año 2020… Nadie se atrevería a debatir aquella corazonada. La película protagonizada por Gerard Butler, Morena Baccarin y Scott Glenn nos presenta la llegada de un inoportuno meteorito a nuestro planeta con un enfoque distinto al que hemos visto antes.
En México y en el resto de Latinoamérica, el largometraje dirigido por Ric Roman Waugh sí será lanzado en cines, a diferencia de en los Estados Unidos, en donde se estrenará por medio de Video On Demand dentro de un mes aproximadamente. ¿Irás a la sala de cine a ver una apocalipsis en un año bastante apocalíptico en sí mismo? Te ayudamos a decidir.
Conoce a Clark
Te presento a Clark. Él es un asteroide un tanto engañoso; ya que a veces se asoma y a veces se esconde… Muchos no tienen claro si sólo está de visita o si ha llegado para quedarse, pero una cosa está segura: Clark no va a pasar desapercibido.
«Una familia busca sobrevivir a un cometa destructor de planetas que impactará en la Tierra. John, Allison y Nathan Garrity deberán emprender un viaje en búsqueda de refugio antes de que se extingan junto con la raza humana.» A partir de esta sinopsis (que parece un tanto genérica) se desenvuelve la nueva adición al sub-género llamado «disaster movie» pero con una cosa clara: Greenland presenta una nueva propuesta sobre la mesa y, en realidad, resulta bastante entretenida.
Es importante tener en cuenta que el largometraje protagonizado por Gerard Butler no tendrá en su eje central a Clark el cometa y a la destrucción y subsecuente extinción de la raza humana que con él viene; Greenland es una película cuya temática se sustentará en todo momento en la familia. En realidad, la destrucción global queda en un segundo plano y, extrañamente, esto se agradece.
Los Garrity atraviesan una situación muy delicada como familia cuando los conocemos y, por más extraño que parezca, la inminente destrucción global será el causante de que deban estar más unidos que nunca; como una familia. En Greenland nos cuentan una historia que se podría resumir en «hay que llegar de punto «A» a punto «B» con ciertos baches (o lluvias de meteoritos) en el camino», pero funciona muy bien.
¿Más de lo mismo?
No. Rotundamente no. Algunos creerían que El Día del Fin del Mundo iba a ser la próxima Geotormenta, San Andreas o 2012; pero es la fuerza de la conexión que tiene la audiencia con los Garrity la que mantiene a este largometraje como algo fresco y entretenido en todo momento.
Es muy importante mencionar también que la película va de más a menos. El primer acto de ella es fantástico en muchos aspectos, ya que cómo se nos presenta a la familia y cómo nos vamos enterando de la llegada de Clark y la manera en la que existen posibilidades de sobrevivir son nuevas, interesantes y, sobre todo, entretenidas; pero a medida que la historia avanza y cada uno de nuestros personajes atraviesa por distintas situaciones, la audiencia se va desconectando… Hasta llegar a un final predecible, anti climático y tardío (pudo haber durado 15 o 20 minutos menos y no había problema).
Se ha resaltado que esto no va de la destrucción que el cometa provoca y la razón de ello es su presupuesto. Con unos justitos 35 millones de dólares (nada similar a lo que un blockbuster actual generalmente tiene), simplemente no se puede destrozar Nueva York, Hong Kong o París (digitalmente hablando, claro está) y la película lo sabe; de ahí la razón para dejar la destrucción en segundo plano y tener a los Garrity y su viaje como protagonistas absolutos.
¿El papá valiente, la mamá miedosa y el niño llorón?
Sí y no. Gerard Butler (300), Morena Baccarin (Deadpool) y Roger Dale Floyd (Doctor Sleep) cumplen y son convincentes en sus papeles de John, Allison y Nathan y, como se ha mencionado antes, la audiencia puede preocuparse, sufrir y alegrarse junto a ellos por lo que atraviesan en las 2 horas de largo y, aunque sus personajes llegan a caer en clichés, se les desarrolla bien.
John es un padre con un exitoso empleo que, en cuanto se desata el caos, está determinado en llevar a su familia a donde puedan estar a salvo; pero por supuesto que es guapísimo, fortísimo y con una habilidad para luchar innata. Al personaje de Allison no le dotan de mucha más personalidad además de que es una madre que prioriza la vida de su niño al que, debido a una enfermedad crónica que padece, resulta interesante al inicio, pero decae mucho al final.
Los escombros del cometa
Ric Roman Waugh se reúne con Gerard Butler después de su colaboración en Agente Bajo Fuego del año pasado y su trabajo es correcto. Una vez más, el presupuesto seguramente lo privó de alguna escena de destrucción masiva que probablemente hubiera querido hacer; pero su intención de poner a la familia como el centro de todo funciona muy bien y la atmósfera apocalíptica es cuidada en todo momento.
A Chris Sparling quizá lo conozcas porque escribió la película Sepultado (2010) protagonizada por Ryan Reynolds y su trabajo de guion en Greenland ofrece propuestas interesantes en el primer acto, un poco de acción en el segundo y un desenlace que pudo haber sido mucho más. Tampoco hay algún diálogo memorable o situaciones de conflicto inesperadas para la audiencia, pero el entretenimiento siempre está.
Para finalizar, un aspecto muy interesante es la decisión tanto de Waugh como de Dana Gonzales (Director de Fotografía) de retratar cómo se vería el mundo cuando un cometa ha impactado en él; ya que desde el tráiler nos podemos dar cuenta del look anaranjado que tendremos en la película para darnos a entender el desarrollo de la magnitud catastrófica en el planeta.
Cinéfilo/a, quizá lo último que quieras ir a ver al cine durante este cuasi apocalíptico 2020 sea un filme que, literalmente, te muestre cómo se vería el mundo en sociedad si éste estuviera al borde de sufrir una segunda extinción de la vida; pero realmente El Día del Fin del Mundo es una película que cuenta con los elementos necesarios para mantenerte entretenido/a, ver a una familia luchar por sobrevivir, un poco de acción y, cómo no, pasar un par de horas en un lugar tan precioso como lo es una sala de cine.