Las participaciones más extensas en la serie son las de Barrymore y Olyphant; quienes muestran una inesperada química.
Con Víctor Fresco como showrunner y teniendo a Drew Barrymore junto a Timothy Olyphant como protagonistas; Santa Clarita Diet nos presenta la historia de Sheila (Barrymore) y Joel Hammond (Olyphant); una pareja de agentes inmobiliarios que con su hija, Abby (Liv Hewson), son una familia como cualquier otra en los suburbios de Los Ángeles. La serie gira en torno a Sheila, quién sufre un muy misterioso ataque de vómito; lo que desemboca en la zombificación de la madre de familia. A partir de aquí, los Hammond deben adaptarse a un nuevo estilo de vida… Uno en el que Sheila necesita ser alimentada peculiarmente para seguir “viviendo.”
Joel empieza a notar cómo su mujer sufre los cambios de su nuevo estado. Además de una mejora en su intimidad, un cambio positivo en la vida social de su mujer y una cierta despreocupación por los temas más importantes; existe un pequeño detalle, Sheila necesita comer carne humana. Es así que Joel comienza demostrar lo que es capaz de hacer por su esposa y no se pude negar que Olyphant nos muestra una buena interpretación en esta sit-com. Un esposo con metas truncas, que siente la pegada de tener una pareja zombie; algo que a lo largo de la serie lo va cansando, pero no lo suficiente para darse por vencido para encontrar la forma de recuperar su vida normal.
Por otra parte, Drew Barrymore, imterpreta un personaje que por si sólo no nos cuenta nada, necesitando siempre a Joel para poder funcionar. Aunque al principio Sheila toma muy a la ligera su extraña condición, luego se da cuenta de lo mucho que esto afecta a su familia.
Luego está Abby, hija de los Hammond, la cual intenta llamar la atención de los espectadores y de sus padres por medio de sus acciones impulsivas; como muestra de, no sabemos si el descontento por la situación actual de su familia, o simplemente porque es adolescente.
Es evidente que Santa Clarita Diet es una comedia de terror con personajes marcados por estereotipos americanos. Tenemos a Joel Hammond como padre de familia; el chico popular con sueños frustrados cuando se casó. A Sheila Hammond, una madre descubriéndose más “viva” cuando “murió”. Abby Hammond, hija adolescente que muestra su paso a la adultez por medio de decisiones, dudosamente, coherentes, a un personaje secundario recurrente. Eric Bemis (Skyler Gisondo), el vecino de los Hammond, atraído por Abby, nerd y quién ayuda a la familia con sus conocimientos sobre ciencia ficción. Y aunque los demás personajes secundarios son olvidables, podemos mencionar a Dan Palmer (Ricardo Chavira); padrastro de Eric y una especie de antagonista en la historia, un policía psicótico que resulta ser el “bully” de su hijastro.
Sin embargo, las participaciones más extensas en la serie, son las de Barrymore y Olyphant, quienes muestran una inesperada química. De hecho, resulta muy entretenido verlos interactuar durante los 10 episodios de la serie; pero los diálogos no ayudan mucho a la extraña trama.
La producción de Netflix, tiene una marcada presencia de escenas gore; mismas que nos parecieron la esencia de la historia (sí, por tratarse de zombies). Algo que también es interesante es el tratamiento de la muerte y los asesinatos; los cuales durante el desarrollo de la trama se vuelven cada vez más cotidianos para los Hammond.
La serie tiene también un buen manejo de la fotografía, mayormente con colores cálidos en tomas cerradas; pero que dan como resultado una fluidez visual muy disfrutable, considerando el presupuesto reducido con el que se contaba.
Netflix ya dio luz verde a la segunda temporada de Santa Clarita Diet para este año; así que pronto tendremos más de la vida de los Hammond.
Cinéfilo, ¿A ti qué te pareció la primera temporada Santa Clarita Diet?
Calificación:
Aquí el teaser: