Recientemente se anunciaron las/os nominadas/os a los Emmys 2020. Y como toda premiación mediática generó acaloradas discusiones en redes sociales.
Preguntas como ¿qué series se merecen su nominación? ¿cuáles fueron olvidadas? y ¿qué otras no debieron ni aparecer? fueron el epicentro de la conversación.
Sin embargo, ¿alguna vez se han preguntando las dinámicas bajo las que se elige a las series, actrices o actores nominados? Bueno, ahí les va la respuesta.
¿Cuál es el proceso para obtener una nominación a los Emmys 2020?
Comencemos con las generalidades, el proceso de premiación de los Emmys consta de cuatro pasos:
1-. La inscripción del programa, actuación, dirección, etc, a la categoría que busca ser nominada.
Cabe destacar que dicho registro debe provenir de un programa transmitido entre el 1 de Junio del 2019 y el 31 de Mayo del 2020. Y para realizar el mismo se debe realizar un pago, el cual varia su costo dependiendo de lo que se desee adscribir.
Hay dos tipos de inscripciones: logros individuales y programas. Para la primera se pagan cien dólares por realizar el trámite y otros cien por persona apuntada a la competencia. En el caso de la segunda, el costo del trámite es de doscientos dólares y cien por cada productor con que cuente el susodicho.
2.- Hecho lo anterior comienzan las votaciones.
Allí participan los cerca de veinticuatro mil miembros de la Television Academy: quienes divididos en 29 grupos que representan todas las áreas de producción / administración televisiva, revisan mediante una plataforma online, las más de diez mil inscripciones dividas en su generalidad en tres categorías: programas, interpretaciones y logros individuales (dirección, guión,etc).
Es importante subrayar que dichos miembros deben pagar anualmente para pertenecer a la academia. Hay tres tipos de membresías: la activa, asociada y académica, con un costo de 200, 125, y 75 dólares respectivamente.
Por último, la empresa Ernst & Young hace un recuento de los votos y ¡HABEMUS NOMINACIONES!
3.- Ronda final de votaciones.
Dictadas las categorías, los miembros de la Television Academy proceden a elegir su favorita en cada apartado.
4.- Finalmente, Ernst & Young hace un recuento de los votos y los resultados son revelados en la ceremonia del 19 de Septiembre.
¿Y los billetes?
Descrito lo anterior, podemos extraer diversas conclusiones sobre lo factores que infieren en la nominación o no de nuestra serie o interpretación favorita, una de ellas es: si ganar premios deseas, tener dinero debes.
Se estima que cada cadena de televisión y plataforma de streaming paga en su totalidad entre ciento cincuenta y quinientos mil dólares en la derechos de inscripción, por lo que el poderío económico de las mismas podría explicar -en parte- el número de nominaciones acumuladas por casas productoras como Netflix (160) o HBO (107).
A esto podemos añadirle factores que suelen ser comunes en la industria: las campañas publicitarias que dentro de la inmensidad de producciones registradas, buscan llamar la atención de los votantes, la amistad entre personas de la industria o simplemente la subjetividad.
Frente a dicho contexto, donde diversos elementos que ni siquiera tienen que ver con la realización artística y las emociones que provoca, ¿realmente debe importarnos si alguna obra de nuestra predilección no se encuentra entre las nominadas?
El debate como elemento trascendental
Entiendo que las premiaciones son lo equivalente a la Champions o el Mundial para aquellas personas que somos aficionadas a la narrativa audivisual, es el momento donde podemos compartir nuestro entusiasmo y decepción.
Sin embargo, a pesar de no haber sido nominada, cualquiera que haya visto Better Call Saul valora el sublime trabajo actoral de Rhea Seehorn, Community nunca ganó un Emmy y aún así se encuentra entre las mejores comedias de la historia.
Así que, a mi parecer, lo verdaderamente importante transcurre en torno a los mencionados eventos y no en el mismo: estos debates que nos permiten descubrir nuevas historias o facetas de aquellas ya conocidas, conectar con las/os demás bajo una misma emocionalidad: nuestra pasión por el cine y las series.
