Control Z no es nada arriesgada, y quizá no aporta nada nuevo al género… pero te logras identificar más con las situaciones al apegarse a una dura realidad.
Con una segunda temporada recién confirmada, el éxito de Control Z se ha puesto a discusión entre quienes la han amado, y quienes simplemente la han sumado a una más del monto de producciones destinadas a un público adolescente y que no causa relevancia ni emoción alguna.
Lo cierto es que, a pesar de seguir con elementos que ya se han visto anteriormente en Netflix, Control Z tiene aspectos que destacar, como su elenco, la capacidad de la historia para mantenerte atrapado y el tratar con problemas más apegados a la realidad de muchas instituciones educativas. Y, por supuesto, lo peligroso que puede resultar todo lo que subimos a redes sociales e internet.
Es por eso que acá te contamos por qué deberías de darle una oportunidad a la serie para adolescentes que ha cobrado popularidad.
Una historia sin secretos
Todo marcha con normalidad en «El Colegio Nacional» con miras a la fiesta de fin de año. Mientras se llevan a cabo los preparativos, Sofía (Ana Valeria Becerril) observa desde su lugar favorito cómo todos sus compañeros realizan sus actividades cotidianas y se reúnen de la misma forma que otros días. Hasta que un hacker filtra y exhibe ante toda la comunidad los secretos de algunos alumnos del Colegio.
Es entonces que la escuela entra en un caos donde las vidas de Raúl (Yankel Stevan), Javier (Michael Ronda), Natalia (Macarena García), Isabela (Zion Moreno), Gerry (Patricio Gallardo), Pablo (Andrés Baida) y Luis (Luis Curiel) se verán afectadas y sufrirán cambios muy importantes.
Este suceso despertará el interés de Sofía por descubrir quién está detrás del increíble hackeo, para tratar de evitar que siga ocurriendo y cada vez más personas resulten afectadas, lo que provocará que entable conversación con quien menos lo imaginó e incluso tenga que estar en los lugares menos pensados.
¡Un increíble cast!
Por fin alguien se dió cuenta que para representar a un grupo de adolescentes en esta etapa escolar, no es necesario recurrir a un reparto con gran experiencia y gran madurez, sino que se necesitan actores y actrices que reflejen esa juventud y den con este perfil de estudiante para lograr que los jóvenes frente a la pantalla empaticen con cualquiera de ellos, e incluso se puedan ver representados en alguna de las historias individuales. Además, la frescura y química que el elenco de Control Z muestra en cada capítulo, aporta a que la historia se desenvuelva de mejor manera.
Cabe destacar que la personalidad que le imprime el cast a cada uno de los personajes protagonistas y la forma en cómo se van transformando con los eventos de la historia, es de lo mejor que tiene esta producción, es lo que te permite relacionarlo más con lo que sucede en la vida real, todo se siente muy natural.
Nada lejos de la realidad
Cada uno de los casos que se presentan en Control Z, son un crudo reflejo del día a día de miles de estudiantes que sufren de bullying por parte de los que se creen «superiores», de aquellos que reciben críticas por su orientación sexual, de esos a los que hacen ver como inferiores o catalogan como «bichos raros» por el hecho de ser diferentes.
Además, la historia se centra en la frustración provocada por estar en boca de todos a causa de la filtración de algo íntimo. Y, quizá lo más interesante que plantea Control Z, es ver el absurdo actuar de las autoridades de una institución educativa ante éstos y muchos más problemas.
Sin embargo, las situaciones se siguen presentando en un ambiente de clase media alta e incluso clase alta, que a pesar de no estar exentos de todos los problemas mencionados anteriormente, dificulta que una parte de la audiencia se vea identificada o representada al cien por ciento.
Pero el impacto de cada caso es increíble, se logra percibir la desesperación, la impotencia, el nerviosismo, la tensión, la tristeza, el miedo, todos aquellos sentimientos y sensaciones que se dan y se transmiten por el elenco hacia el espectador, simplemente te hacen reflexionar y pensar demasiado.
¿Las producciónes mexicanas para adolescentes son iguales a una telenovela?
En la mayoría de los casos (y quizá inexplicablemente) Control Z logra atraparte con su historia, dando crédito precisamente a la gran actuación del joven talento y por supuesto a los temas que han puntualizado en la trama. No obstante, aún con estos elementos, se puede llegar a sentir como simples capítulos de una telenovela genérica.
Pero afortunadamente logran equilibrar un poco la situación con un buen desarrollo de los personajes, haciendo más amenas estas escenas tan dramáticas que suelen hacer perder la credibilidad y atención en una producción mexicana. Además de regalarnos buenos plot twist que resultan sorpresivos o predecibles según lo que vayas deduciendo con la historia.
Hablando del final, solo se puede decir que es vibrante, dramático y engloba la esencia de la serie.
En conclusión, Control Z es…
Control Z está en la delgada línea entre que vale la pena verla y no. Equilibrada con aspectos destacados de actuación e inclusión en la interpretación y desarrollo de las historias individuales, pero con los típicos errores de las series orientadas a un público totalmente juvenil y su afán por enfocar dicha trama en un estatus social alto.
Es la serie que busca generar un impacto por los temas que toca, para prevenirlos y evitar que más casos como los que presenta sigan ocurriendo. Control Z tiene un desenlace muy adecuado a la modalidad y el ritmo de cada capítulo, aspectos que te mantienen expectante y te dan razones suficientes para darle una oportunidad.
Sin necesitar una segunda temporada (que ya está confirmada) donde seguramente sólo alargarán la trama perdiendo el sentido de la historia y también veremos probablemente nuevos estudiantes buscando venganza sobre la persona que resultó ser el hacker.