Una de las mayores bondades de los Festivales de Cine es su selección de cortometrajes. El GIFF no es la excepción y en este año ha reunido diversos trabajos tanto en ficción, como documental, experimental y animación, que permiten tomarle el pulso a la cinematografía mundial.
A continuación, comentamos 3 de los cortometrajes más destacados que hemos visto hasta ahora.
Brotherhood
Esta película de 26 minutos dirigida por la joven cineasta de ascendencia tunecina, Meryam Joobeur, es una poderosa exploración del sinsentido de la xenofobia, especialmente cuando sucede contra las mujeres. En el Túnez rural, una familia recibe al hijo mayor, quien regresa de la guerra acompañado de una misteriosa mujer musulmana. El padre, reacio a recibir al hijo y a su mujer, decide denunciarla con la policía local. No obstante, descubrirá que las historias personales siempre son más complejas de lo que aparentan y que el odio y la violencia, tarde o temprano, acaban destruyendo a quien lo ejerce.
Si bien es cierto que Túnez es uno de los países árabes que más ha avanzado en el tema de la igualdad de género, Meryam Joobeur explora acertadamente en el cortometraje Brotherhood cómo los odios heredados siguen condenando la vida de hombres y mujeres tanto extranjeros como nacionales, y cómo las alianzas solidarias entre hombres y mujeres son cada vez más urgentes, si se quiere que menos vidas se sigan perdiendo a causa de la misoginia.
Selfies
Selfies es un cortometraje animado dirigido por el experimentado cineasta suizo Claudius Gentinetta. En apenas 4 minutos, Gentinetta consigue una crítica mordaz sobre la distorsión de nuestros vínculos con la tecnología.
En un lúdico y frenético montaje, Selfies nos encadena entre una imagen y otra, ridiculizando, al mismo tiempo que imita, varias fotografías “selfies” que pueden encontrarse fácilmente en redes sociales: desde la mujer que se toma una selfie antes de parir, hasta la pareja que se graba teniendo sexo, o el joven que se toma la selfie mientras se avienta de un rascacielos.
La velocidad con la que se encabalgan las imágenes no nos es ajena. Selfies es tan aterrador precisamente por ser tan exacto en la instantánea en movimiento que hace de nuestra sociedad onanista e hipermediatizada.
Las inmortales
En un eco de la célebre escena psicodélica del cementerio protagonizada por Dennis Hopper en Easy rider (1969), la joven cineasta y actriz francesa Caroline Deuras nos cuenta la historia de una joven que se reencuentra con su amiga muerta al visitar su tumba.
Ambas chicas, como en la secuencia Hopper, romperán todas las reglas para juntas celebrar la vida: escupirán las cruces de algunas tumbas, parodiarán rezos católicos, bailarán, se abrazarán, se esconderán del guardia.
Juvenil y radicalmente antiautoritario, Las inmortales es un cortometraje que nos recuerda cuán frágil es la vida, al mismo tiempo que nos insta a vivirla con una imaginación intensa y rebelde.