El universo creado por James Gunn no solo trajo de regreso a John Cena como el carismático y violento Peacemaker, la nueva historia de este antihéroe implica el regreso de otro de los personajes más extraños y entrañables de la serie: Adrian Chase, mejor conocido como Vigilante.
Su obsesión con la justicia, su sentido del humor excéntrico y su dinámica con el protagonista lo convirtieron rápidamente en un favorito de la audiencia, y con la llegada de la segunda temporada, los fans esperan descubrir más sobre este peculiar antihéroe, especialmente después de los rumores sobre su verdadera personalidad y sexualidad.
Pero lo que pocos recuerdan es que, originalmente, Vigilante no iba a ser interpretado por Freddie Stroma, sino por Chris Conrad, quien fue reemplazado tras haber grabado buena parte de la primera temporada.
En entrevista con The Hollywood Reporter, Stroma habló sobre cómo fue entrar al proyecto en medio del rodaje, los retos técnicos que enfrentó para sustituir a Conrad y lo difícil que es encasillar a un personaje tan particular como Adrian.

El complicado proceso de reemplazar a Chris Conrad como Vigilante
El actor reveló que su llegada a la serie fue una experiencia única y un tanto intimidante. “Sí, hubo otro actor (Chris Conrad) que interpretó el papel en los primeros cinco episodios, y luego hubo un recast”, explicó. Debido a que todo ocurrió en plena pandemia, Stroma tuvo que viajar a Vancouver, pasar dos semanas en cuarentena y después incorporarse a las grabaciones, que ya estaban muy avanzadas.
Para lograr que su actuación se integrara con lo que ya estaba grabado, James Gunn ideó una estrategia: algunas escenas se rehicieron sin la máscara de Vigilante, mientras que en otras se usó ADR (grabación de voz adicional) para que Stroma pudiera darle su tono al metraje donde aún aparecía Conrad. “Yo entré a estudio a hacer ADR, tratando de dar mi interpretación sobre las escenas que ya estaban editadas”, recordó.
Uno de los mayores retos fue que el audio no coincidía con el movimiento corporal de Conrad. “Nos dimos cuenta de que el sonido no funcionaba del todo. Entonces volví a grabar todo, pero con la máscara puesta, para que sonara como si realmente hablara a través de ella”, compartió Stroma, destacando que fue un proceso creativo distinto, pues debía ajustar sus líneas exactamente a los gestos y lenguaje corporal de otro actor.
Cuando se le preguntó si el tono cómico del personaje cambió con el recast, Stroma fue muy honesto:
“No lo sé realmente. Cuando llegué, hice todo lo posible por no enterarme de lo que se había hecho antes. Imagínate: un equipo que tiene que volver a grabar, mirándote como diciendo ‘A ver, hazlo mejor’. Eso es intimidante. Pero era el mismo personaje, no cambió nada en el guion. Solo eran dos actores distintos interpretando el mismo rol”.
Freddie Stroma, THR

¿Un sociópata, un psicópata o alguien en el espectro?
Además del tema del recast, Freddie Stroma también habló sobre la complejidad de Adrian Chase y lo difícil que es definirlo. “Es complicado. No tengo las credenciales para ponerle una etiqueta, si es psicópata, sociópata, si está dentro del espectro. No lo sé realmente”, confesó.
El actor relató que muchos fans lo han abordado para decirle que están convencidos de que Vigilante está dentro del espectro autista. Sin embargo, Stroma prefiere no afirmarlo: “Siempre respondo que no puedo contestar esa pregunta, porque honestamente no tengo la experiencia para afirmarlo”.
Este detalle ha convertido al personaje en uno de los más intrigantes del DCEU televisivo, pues su aparente indiferencia hacia el sexo y su forma excéntrica de ver el mundo lo alejan de la versión tradicional de los cómics. Tal como Stroma señala, James Gunn creó un Vigilante completamente nuevo: “En los cómics es un fiscal de distrito bastante equilibrado. Y el de Peacemaker es básicamente una creación de James”.
De cara a la segunda temporada, los fans esperan que estas capas de complejidad se desarrollen aún más, especialmente después de que la serie revelara indicios de que Adrian podría ser asexual, lo que refuerza la idea de que su visión del mundo no está ligada a lo convencional, sino al deseo de crear lazos emocionales con quienes lo rodea (de hecho, la segunda temporada tiene una escena que lo explica muy bien y de manera muy subversiva).
