¿Por qué David Corenswet aceptó ser Superman?

David Corenswet reflexionó sobre los retos que implican interpretar a un personaje como Superman en el cine.

Interpretar a Superman no es sólo conseguir un papel: es asumir una responsabilidad icónica. El personaje creado por Jerry Siegel y Joe Shuster es más que un superhéroe: es un símbolo cultural que representa esperanza, bondad, justicia y la eterna búsqueda del bien. Desde su debut en 1938, Superman ha sido reinventado en múltiples formatos, pero cada nueva encarnación carga con un peso: el de personificar al héroe más grande de todos los tiempos.

Por eso, la llegada de David Corenswet como el nuevo Hombre de Acero no es un simple cambio de actor. Con «Superman» (2025) de James Gunn, el actor retoma el manto dejado por Henry Cavill, y se enfrenta a un doble reto: conquistar a una audiencia global y redefinir a un personaje que ya ha sido interpretado por leyendas como Christopher Reeve y Brandon Routh.

En entrevista con GQ, David Corenswet confesó que entiende perfectamente por qué muchos actores rechazarían el rol. Pero también dejó en claro por qué él dijo que sí.

David Corenswet

David Corenswet entiende la responsabilidad de ser Superman

A simple vista, interpretar a Superman parece el sueño de cualquier actor: millones de fans, estatus de ícono global, y un lugar asegurado en la historia de Hollywood. Pero para David Corenswet, el papel es más complejo de lo que parece.

“Entiendo por qué a la gente no le gustaría ser Superman.” Y no lo dice con arrogancia, sino con una profunda conciencia de lo que significa meterse en el traje azul y rojo. No se trata sólo del esfuerzo físico, del entrenamiento intenso o de cumplir con una estética sobrehumana. También está el compromiso emocional y el sacrificio profesional que implica volverse el rostro de un símbolo tan poderoso.

Corenswet reveló que tomó la decisión tras una reflexión muy personal:

“Lo que me hizo tomar la decisión fue que pensé: sabiendo que este podría ser el último rol que puedo interpretar por el resto de mi vida, aún si lo hiciera una vez o diez veces más, ¿aún diría que sí? Y la respuesta fue: sí.”

David Corenswet, GQ

La pregunta es reveladora. En un Hollywood donde muchos actores temen ser encasillados o perder oportunidades más “serias”, David Corenswet eligió el camino del compromiso total. Para él, Superman no es una cárcel artística, sino una oportunidad de conectar con algo más grande que él mismo.

Como recuerda, en su momento incluso se dudaba de que Christopher Reeve, un actor con formación seria, quisiera interpretar a un personaje de “simple historieta”. Pero el legado de Reeve demostró que Superman puede ser tan complejo, humano y profundo como cualquier otro rol dramático.

David Corenswet

Capítulo 2: El reto de interpretar a un superhéroe

El debate no es nuevo. A lo largo de los años, muchas figuras del cine han cuestionado el peso de los superhéroes en la cultura actual. Desde Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, hasta cineastas como Quentin Tarantino, la pregunta siempre ha sido: ¿vale la pena convertirse en una figura superheroica si eso significa diluir tu individualidad como actor?

Tarantino, en particular, ha sido tajante al decir que “las estrellas de hoy no son los actores, sino los personajes”, y que en este modelo, el público no va al cine por el intérprete, sino por ver a Spider-Man, Batman o Superman.

Incluso Anthony Mackie, conocido por su papel como Falcon / Capitán América en el MCU, ha señalado que la cultura actual ha reemplazado a las estrellas de cine por franquicias, lo que hace difícil que los actores brillen por sí mismos.

Pero es ahí donde la decisión de David Corenswet cobra un nuevo matiz. En lugar de resistirse a ese sistema, decidió aceptar el reto y buscar la humanidad dentro del mito. Lejos de huir de la sombra de Henry Cavill o de los prejuicios contra los actores de superhéroes, Corenswet se prepara para aportar una nueva dimensión al personaje, una que combine sensibilidad, introspección y esperanza.

Con James Gunn a la cabeza del nuevo DC Universe, la película promete regresar al corazón del personaje: un hombre bondadoso, criado por granjeros, que quiere hacer el bien sin esperar nada a cambio. Un Superman que inspira por lo que es, no por lo que puede hacer.

Aceptar ser Superman no es una elección superficial. Para David Corenswet, es una declaración de principios. Es decirle que sí a la responsabilidad, al riesgo, al escrutinio, y al amor de millones de personas que han crecido viendo al Hombre de Acero como un ejemplo a seguir.

En un mundo que muchas veces se siente cínico, la decisión de Corenswet nos recuerda que todavía hay espacio para los ideales heroicos, para los actores que creen en lo que representan sus personajes, y para las historias que, aunque fantásticas, nos enseñan a ser mejores.

David Corenswet