The Gilded Age: Más que una serie, un espejo de nuestro presente

El elenco de The Gilded Age discutió sobre cómo el presente les ayuda a hacer una buena recreación del pasado.

A primera vista, The Gilded Age parece otra serie de época elegante: vestidos con corsé, casas lujosas, diálogos refinados y una constante lucha de clases. 

Pero detrás del drama histórico creado por Julian Fellowes, también responsable de Downton Abbey, se esconde un espejo brutal sobre temas que aún hoy nos atraviesan: la desigualdad económica, la hipocresía social, el racismo estructural y el silenciamiento de las mujeres.

En una serie de mesas redondas con el elenco y equipo creativo, Fellowes junto a Sonja Warfield, Christine Baranski, Cynthia Nixon, Denée Benton y Jordan Donica revelaron cómo The Gilded Age fue concebida no solo como una recreación de una era dorada, sino como una crítica de lo poco que hemos cambiado.

The Gilded Age
Copyright @ HBO Max

¿Cómo The Gilded Age reta nuestra percepción de los temas más controversiales?


Una de las reflexiones más poderosas de Fellowes surgió cuando se le preguntó si la sociedad actual es más lógica con las mujeres que la del siglo XIX. Su respuesta fue tan dura como reveladora:

 “Era un mundo liderado por mujeres, pero eran más duras con otras mujeres que con los hombres.


Las mujeres hacían las reglas… pero eran más crueles con las mujeres que se salían del molde, especialmente en temas como el divorcio. Una mujer divorciada era tratada como una paria, mientras que un hombre podía seguir adelante sin problema”.

Julian Fellowes

Christine Baranski, quien interpreta a Agnes, ahondó en esta contradicción desde la dinámica entre su personaje y el de Ada, interpretado por Cynthia Nixon. 

En esta nueva temporada, Ada asume el liderazgo de la casa, lo que provoca una grieta emocional en la relación entre hermanas. Nixon lo explica así:


“Ada ha sido la ‘esposa política’ de Agnes durante años. Y ahora que por fin tiene poder, solo le pide apoyo. Le dice: ‘Te he apoyado toda la vida, ¿no puedes apoyarme ahora a mí?’”

Cynthia Nixon

Ambas actrices destacan cómo el comportamiento humano está regido por patrones difíciles de romper. “Es como si ambas mujeres no pudieran evitar ‘agarrar la cuerda’ en cada discusión”, reflexiona Nixon, retomando una metáfora de su terapeuta sobre cómo evitar batallas emocionales innecesarias.

The Gilded Age
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Recuperando una historia silenciada


La conversación con Denée Benton (Peggy Scott) y Jordan Donica (Dr. Kirkland) fue uno de los momentos más íntimos y políticamente contundentes de las entrevistas. Benton, conmovida, reflexionó sobre el peso histórico de interpretar a una mujer negra en una época donde la resiliencia era tratada como una ofensa:


“El pasado de Peggy, en lugar de verse como un acto de recuperación y fortaleza, está siendo usado como una fuente de vergüenza. Eso es devastador”.

Ambos actores subrayan cómo la serie funciona como un acto de resistencia cultural, al visibilizar las historias de comunidades que han sido sistemáticamente borradas. Benton lo expresó así:


“Estamos viviendo en un momento donde el fascismo está tan asustado con la verdad, que programas como este pueden llenar un espacio esencial. Como niña, mis padres tuvieron que enseñarme mi historia porque no estaba en los libros”.

Denée Benton

Donica añadió que para su personaje, el conflicto central es elegir entre los dictados sociales y el amor verdadero:


“¿Cómo destruyes la relación con tu madre para poder construir una nueva vida con la mujer que amas?”, dijo en referencia a Peggy

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“Y ¿cómo superas las expectativas que la sociedad impone sobre ti solo por ser un hombre negro exitoso?” se preguntó.

The Gilded Age
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El tiempo no cambia tanto

Para Julian Fellowes, lo más importante al construir una serie de época es no insertar ideologías modernas que rompan la coherencia del mundo retratado. 

Sin embargo, reconoce que los conflictos emocionales son idénticos a los de hoy.
“Estas personas no vinieron de Marte. Solo eran hombres y mujeres como nosotros, enfrentando dilemas similares. El desafío está en mantenernos dentro de lo creíble para 1882, pero con resonancias actuales”.

Christine Baranski apuntó que la televisión ha sido históricamente más generosa con los personajes femeninos que el cine.

 “Siempre hemos estado más dispuestos a poner a mujeres en el centro en la televisión. La escala doméstica permite explorar su complejidad emocional y social”, dijo, mencionando que series como esta permiten que los personajes evolucionen lentamente, como sucede con Ada y Agnes.

Cynthia Nixon añadió que no buscaría participar en una serie que contradiga sus principios políticos. Pero más allá de ideologías, lo que más le interesa son personajes tridimensionales:


“No necesitamos una serie para que nos diga que un mafioso es malo. Necesitamos que nos ayude a entender por qué alguien como Tony Soprano toma las decisiones que toma. 

Cynthia Nixon


The Gilded Age puede parecer lejana, pero habla de heridas abiertas: mujeres que aún luchan por su autonomía, afroamericanos que siguen buscando representación, élites que moldean el mundo a su antojo, y una historia que nos fue escamoteada. 

Como dice Benton: “La educación nunca se detiene. Y ser parte de un show que combina ficción histórica con verdad emocional es una bendición”.

Así, entre vestidos, cenas de gala y escándalos sociales, The Gilded Age nos recuerda que el pasado no está tan lejos. Solo cambió el decorado.

The Gilded age
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