Eureka, la más reciente obra del director argentino Lisandro Alonso, nos invita a un viaje cinematográfico que trasciende fronteras temporales y geográficas, ofreciendo una reflexión profunda sobre la representación indígena en el cine y la historia.
Con un elenco que incluye a Viggo Mortensen, Chiara Mastroianni, Alaina Clifford y Sadie Lapointe, esta película se presenta como una experiencia visual y narrativa única que merece ser explorada.
Eureka experimenta con la idea de trinidad
Dividida en tres segmentos aparentemente inconexos, Eureka construye un ensayo visual que cuestiona los límites de la representación indígena en el cine, una disciplina de naturaleza históricamente colonial.
La primera parte se presenta como un western en blanco y negro, donde Viggo Mortensen interpreta a Murphy, un hombre en busca de su hija desaparecida en un pueblo sin ley.
Este segmento no solo rinde homenaje al género clásico del western, sino que también lo deconstruye, evidenciando su artificiosidad y cuestionando las narrativas tradicionales.
La segunda parte nos traslada a una reserva indígena en Dakota del Sur, donde la narrativa adopta una perspectiva más observacional. Aquí, seguimos a Alaina, una oficial de policía interpretada por Alaina Clifford, y a su sobrina Sadie, encarnada por Sadie Lapointe. A través de sus experiencias cotidianas, la película pone de manifiesto el desarraigo y las dificultades que enfrentan las comunidades indígenas en la actualidad.
El tercer segmento nos transporta a la selva amazónica en la década de 1970, donde se explora el estilo de vida de una comunidad indígena que vive al margen de la narrativa occidental.
Este acto final sintoniza con la tendencia de los protagonistas de Eureka de inclinarse hacia la abstracción, ofreciendo una visión poética y contemplativa de la conexión entre las personas y su entorno.
¿Cuál ha sido el secreto de su éxito?
El reparto de Eureka aporta interpretaciones memorables que enriquecen la narrativa. Viggo Mortensen, colaborador frecuente de Alonso, ofrece una actuación contenida pero poderosa como Murphy.
Chiara Mastroianni destaca en un doble papel, primero como «El Coronel» en el segmento del western y luego como una actriz francesa que investiga la vida en la reserva indígena, aportando una metanarrativa que enriquece la película.
Alaina Clifford y Sadie Lapointe brindan actuaciones auténticas que aportan profundidad y realismo a la representación de la vida en la reserva.
Todos estos elementos hicieron que Eureka fuera reconocida en diversos festivales internacionales. En el 27º Festival de Cine de Lima, la película obtuvo el Premio Especial del Jurado y la Primera Mención Honrosa a la Mejor Película de la Crítica Internacional.
Además, fue nominada al Giraldillo de Oro a la Mejor Película en el 20º Festival de Sevilla de Cine Europeo y al Premio a la Distribución en el 61º Festival de Gijón, donde resultó ganadora.
La crítica ha elogiado la ambición y la complejidad de la película. Eulàlia Iglesias de Fotogramas destaca que «Eureka expande una concepción no realista, o quizá no eurocéntrica, del espacio-tiempo en un tríptico de relatos que construyen por resonancia un ensayo sobre los límites de la representación indígena en el cine.
Una experiencia cinematográfica única
Eureka no es una película convencional; es una obra que desafía las expectativas narrativas y formales del cine contemporáneo. Su estructura en tres actos, su enfoque contemplativo y su exploración de temas como la identidad, el desarraigo y la representación indígena la convierten en una experiencia cinematográfica que invita a la reflexión.
Para aquellos que buscan un cine que trascienda las narrativas convencionales y ofrezca una mirada profunda y poética sobre la condición humana y la historia, Eureka es una cita obligada.
Así, Lisandro Alonso nos ofrece con Eureka una obra que, a través de su narrativa fragmentada y su enfoque visual distintivo, nos invita a replantearnos nuestra comprensión de la historia, la identidad y la representación en el cine.
Es una película que, sin duda, dejará una huella perdurable en quienes se aventuren a descubrirla.
