La serie Celda 211 de Netflix es uno de los proyectos más ambiciosos que presenta en 2025. Con una producción que contó con más de 300 extras y 70 stunts, esta producción de 6 episodios cuenta la historia de Juan (Diego Calva) un abogado de derechos humanos que termina en medio de un motín penitenciario en un Cereso de Ciudad Juárez.
Conforme las tensiones dentro y fuera de la cárcel, su esposa, Elena (Ana Sofía Gatica), se va involucrando en el conflicto cada vez más, enfrentando graves consecuencias. Así, la nueva serie de Netflix logra hacer una exploración del sistema penitenciario y las dinámicas de poder entre los reclusos y los oficiales.
En Fuera de Foco, tuvimos la oportunidad de platicar con Ana Sofía Gatica y Diego Calva sobre las referencias para construir la tensión en Celda 211 y cómo buscaron explorar a profundidad los problemas de violencia en México.
Celda 211 expone la triste realidad de México
“Creo que lo que más me sorprende siempre a mí de esta experiencia es darme cuenta de que la magnitud de lo que ocurre de verdad en las calles de México supera a cualquier ficción que podamos hacer” sentenció Diego Calva. Cuando vamos conociendo a Juan, él está investigando el caso de una persona trans y la forma en la que está siendo violentada dentro del penal, pero al quedar reos, visitantes y policías atrapados, las tensiones de clase y violencia explotan de forma intensa.
La serie se estrena una semana después de que 4 reos considerados “muy peligrosos” se fugaron del penal de Angostura, Sinaloa. “La cotidianeidad, el estrés y enojo que yo vivo día a día sobre estos temas, fueron motores muy importantes para construir mi personaje y sumergirme en la historia” comentó Calva.
Celda 211 es una adaptación del libro del mismo nombre escrito por Francisco Pérez Gandul. Pero para esta adaptación, Gatica nos confesó que “mi referencia clave fue el libro de Perras de Reserva de Dalia de la Cerda. Fue clave para entender el punto de partida de Elena, quien tiene que navegar por una línea delgada entre lo que está bien y lo que está mal. Su motivación parte de todas las injusticias que vivimos, y ese libro me ayudó a profundizar en esa parte”.
“Cuando vives algo como lo que estamos viviendo, adaptar el trabajo a una realidad tan profunda se vuelve algo más sencillo” nos explicó Calva, quien nos aseguró que para él, su inspiración principal al momento de construir a Juan para Celda 211, siempre fue “su propia indignación y enojo sobre las problemáticas que atraviesa el país y la impunidad con la que todo parece seguir caminando”.
Celda 211: Una serie que busca incomodar y ser visceral
Las dinámicas de poder entre los personajes se ven exacerbadas por el gran trabajo de acción que se realiza en Celda 211. Las peleas, las coreografías son complejas y claustrofóbicas, además de que resuenan bien con los conflictos dramáticos que atraviesan Juan y Elena en su lucha por escapar del motín y reencontrarse.
Y esta no fue una tarea fácil. Tanto Diego Calva como Ana Sofía se salieron de su zona de confort para poder entregar un trabajo que balanceara los grandes requisitos físicos, pero que contuviera la tensión emocional que viven sus personajes, y ambos tuvieron acercamientos muy diferentes.
“Tuve muchas escenas de acción, lo cual fue algo nuevo para mí. No solo se trataba de actuar junto a otros, sino también de tener una relación de confianza corporal con ellos. Las escenas de acción tienen una coreografía propia, y había toda una técnica detrás. El trabajo de stunts fue impresionante.
Nos entrenaron mucho y aprendí a confiar en mis compañeros, lo cual es vital para la seguridad de todos. En cuanto a lo que mencionas de la desesperación de los personajes, es algo que nos llevó a darlo todo en cada escena. A veces, uno se siente tan atrapado en la piel de su personaje que se vuelve casi adictivo el poder liberar esa tensión a través de la acción.
Diego Calva, Fuera de Foco
Por su parte, Gatica nos comentó que su proceso en Celda 211 fue “intenso, pero muy revelador” pues se dio cuenta de el poder que puede tener la incomodidad. “ A mí, Celda 211 me dejó una certeza importante: la incomodidad que puede generar una mujer imparable, que no se detiene frente a la injusticia. Esa fuerza interna de Elena me ha inspirado a seguir luchando por lo que creo, tanto en la ficción como en la vida real”.
Sin embargo, para ambos actores, la serie de Celda 211 representa algo mucho más importante para la sociedad en México: Cómo la sociedad civil es realmente el motor de cambio.
“Celda 211 hace visible cómo las comunidades se cuidan y se protegen entre ellas. La serie me recordó a las situaciones que ocurren en hospitales públicos, cuando va la gente a repartir comida o en las calles cuando hay un problema, donde las personas siempre salen y ofrecen lo que tienen para resolver una situación.
En México, al final del día, nos tenemos unos a otros, y eso también es una idea muy fuerte”.
Diego Calva, Fuera de Foco
Así, Celda 211, demuestra que es una serie que no solo refleja la violencia y el dolor de la cárcel, sino también la lucha de aquellas personas que se niegan a rendirse ante un sistema que no los protege. Sin duda, un proyecto que dejará huella en streaming este año.
