True Detective 3×06: «Hunters In The Dark»

La revelación de nuevos datos nos acerca a un peligro mayor.

A True Detective le gusta llevarnos por un sendero pedregoso en el que cada pista nos lleva hacia un abismo. Sabemos que nos dirigimos a lo profundo y que hay peligro, pero es imposible retroceder si no sabemos exactamente qué hay en su interior.

En el episodio «Hunters In The Dark«, sexto de la Temporada 3, nos sumergimos en una espiral de confusión, de acusaciones y sospechas que descolocan a cualquiera. ¿Tendrán razón los detectives en sospechar de Tom como autor de los crímenes? La duda está plantada en sus cabezas.

Tom Purcell está devastado. Ya habíamos visto antes cómo se iba cayendo a pedazos, pero la escena posterior a cuando lo están interrogando y reproducen el casette con la voz de Julie es todavía peor. No sólo se siente abrumado por escuchar que su hija lo denuncia por algo que -aparentemente- no cometió, sino que los detectives que conocen las partes más vulnerables de su vida ahora sospechan de él. Su rostro denota frustración, dolor y decepción por Roland, a quien considera un amigo.

Luego de pasar una noche detenido, finalmente es liberado. Entonces escuchará a unos policías diciendo que Hays y West están buscando a O’Brien, ese primo de Lucy que en la línea de 2015 sabemos que fue encontrado muerto. Esto lo llevará a un torbellino caótico en su interior, llegando al punto de encontrar a O’Brien y con pistola en mano exigirle que le diga qué sabe él sobre todo este asunto.

La información obtenida lo llevará a un lugar tétrico, pero dejaremos eso para más adelante.

Trabajo investigativo

En el capítulo anterior habíamos visto cómo Wayne se encamaba con Amelia luego del tiroteo, lo que marcó el inicio de esta ambigua relación, misma que en los 90 sigue presentando heridas y un factor de distancia considerable. Es en esa época que Hays está nuevamente conectado con la investigación, quizás demasiado, o quizás es la excusa que buscaba para «pasar menos tiempo en casa», como le reclama su esposa.

De una forma u otra la investigación debe continuar, sobre todo luego de que él y su compañero policía acceden a hablar con O’Brien, quien dice tener información vital. Después de un desayuno tenso, éste confiesa que hay personas de alto nivel involucradas en el asunto y que Lucy pudo haber estado relacionada con ellas.

Asimismo, esa actitud obsesiva de Wayne lo llevará a pelearse con Roland. Con todo y berrinche, se baja del auto y emprende su propio rumbo hasta llegar a la casa Purcell, abandonada. Ahí descubre un detalle importante: que el agujero en la pared que conectaba los cuartos de los niños no era para espiar, sino para pasarse notas en papelitos. Un uso inocenteda pie a una sospecha sórdida.

Otro dato importante descubierto es que Wayne y Roland , tras visitar la fábrica donde trabajaba Purcell, escuchan que el ex jefe comenta que sus compañeros lo molestaban mucho por su preferencia sexual. Sí, Tom tiene deseos homosexuales y parece que los suprime con la religión, algo que seguramente Lucy sabía. ¿Será que realmente son sus hijos?

El cuarto rosado

Al final del episodio, Tom obtiene lo que quería de O’Brien tras amenazarlo: un nombre. Eso lo dirige a la residencia de los Hoyt, empresarios acaudalados dueños de la industria donde trabajaba Lucy. ¿Parece  que se unen los cabos, ¿no?.

De forma sospechosa, esta gran mansión no está custodiada y él rompe ventanas sin mayor repercusión, a pesar de que las cámaras de seguridad lo están grabando. Eventualmente pasa un pasillo y llega a una puerta de metal pesado, abierta.

Al entrar llega a un cuarto… de color rosado, ése que Julie mencionó a un muchacho de la calle y del que también contó a una joven en un refugio para adolescentes con problemas, información obtenida gracias a la sagacidad de Amelia y a sus ganas de escribir un nuevo libro.

Tom, al quedar estupefacto con el lugar y fijar su mirada en algo que tiene enfrente, sin que nosotros podamos ver, es abordado por un hombre que se le acerca por la espalda. Este sujeto es muy parecido a Harris James, ex policía que en los 90 trabaja en industrias Hoyt y que en los 80 «encontró» la mochila de uno de los niños en la casa Woodard.

Como extra, hay que mencionar que en una lectura de libro, Amelia se topa con un enfurecido lector… un hombre negro con un ojo blanco.

La tensión sigue aumentando y las sospechas apuntan a menos direcciones, pero, como es True Detective, cualquier respuesta todavía es posible.


True Detective Temporada 3 se transmite los domingos por la noche en HBO.