Suspiria

Más que un remake, es un homenaje.

Suspiria

Cuando se supo que la película del italiano Dario Argento, Suspiria, tendría un remake, la crítica y los aficionados al giallo desonfiaron bastante, pues era casi como intentar rehacer El Resplandor (Stanley Kubrick, 1980)

Otra noticia que no perfilaba nada bueno era que Luca Guadagnino, director de Call Me By Your Name, estaría a cargo del proyecto. Sin embargo, y como ha sucedido otras veces en la historia del cine de género, el aprendiz superó al maestro.

Un nuevo contexto

En la cinta de Argento de 1977, una joven ingresa a una prestigiosa Academia de ballet. En esa institución va descubriendo una serie de desapariciones de bailarinas que la hacen sospechar que algo más está ocurriendo allí. Argento, sin embargo, no se interesó en mencionar nada del contexto político del momento.

Guadagnino utilizó el esqueleto de la historia pero la presenta en un contexto político mucho más atormentado. Estamos en Berlín en plena Guerra Fría, a diferencia de la locación original de Friburgo. Allí, la protagonista Suzy Bannion (Dakota Johnson), llega a la Academia de Ballet de Helena Markus, una famosa bailarina.

Suspiria

La Academia se encuentra frente al muro de Berlín y la cámara constantemente nos enseña esa divisón que existe entre las dos Alemanias. Asimismo, Guadagnino muestra ataques y explosiones que se atribuyen al Baader Meinhof, un grupo terrorista que surgió a mediados de los 70, y que era fracción del Ejército Rojo Alemán.

La historia

A pesar de la duración de más de dos horas, la división de la historia en episodios hace que Suspiria de Guadagnino no se sienta tan pesada.

Suzy escapa de un pasado complejo, ya que es hija de una familia Amish muy conservadora. Todo el tiempo sueña con salir de ese ambiente, hasta que al  ser mayor, logra ingresar a la academia de baile. No es como cualquier bailarina y, desde su audición, todas las integrantes la observan con suspicacia, pues tiene algo que llama la atención de Madame Blanc (una extraordinaria Tilda Swinton).

La maestra detecta de inmediato sus habilidades en danza, y Suzy es seleccionada para ser la líder de la obra de ballet que preparan. Mientras todo esto sucede, detrás del argumento, conoceremos a quienes han mantenido ocultos los secretos de los estragos de la guerra. Descubriremos, por ejemplo, cómo Blanc y las demás utilizan las habilidades de Bannion para castigar a quienes se atrevan a desafiarlas.

Suspiria

Este cruce de tramas se manifiesta en la famosa escena que causó repulsión entre los espectadores del evento de Amazon Studios a principios del año pasado. Mientras por un lado vemos cómo transcurre una audición, en otra sala una de las integrantes de la compañía es brutalmente torturada.

Más que un remake

En Suspiria de Guadagnino las perspectivas sobre lo que ocurre son eminentemente femeninas, ya que todas las protagonistas son mujeres. El gran cuidado del director italiano en la dirección de arte, la música de Thom Yorke y las actuaciones de Dakota Johnson, Chloë Grace Moretz y las otras bailarinas, contrastan con la estridencia que la banda Goblin inyectó a la cinta de Argento. Más que un simple remake, esta nueva versión es un poderoso homenaje a la historia original.

 


Si ustedes ya la vieron, ¿cuéntenos qué les pareció? ¿Cuál de las dos versiones es su preferida?