Usando videos caseros como imagen principal, al principio de Vox lux (Brady Corbet, 2019) una voz en off nos cuenta sobre la pequeña Celeste (Raffey Cassidy). Así empezamos a tener una idea de cómo es ella: amable, tímida, con un talento moderado para la música. Además, siempre aparece en compañía de su hermana mayor Eleanor (Stacy Martin).
La siguiente secuencia, la más intensa y violenta de toda la cinta, nos muestra cómo se perdió la inocencia infantil. En un atentado que recuerda al de Columbine, la clase de Celeste es asesinada por un joven armado. Sólo ella sobrevive. Una herida en el cuello es la única consecuencia del ataque.
El arte como medio para sobrevivir
Después del atentado, Celeste canta una canción de su autoría en un evento televisado para conmemorar a las víctimas. Ella aún está delicada, pero su canción muestra su fortaleza y sinceridad al respecto. El tema, obviamente, se convierte en un éxito.
A partir de aquí, Vox Lux nos muestra el camino que la callada chica tiene que pasar para aprovechar el momento y convertir su imagen en la de la chica pop del momento. En ese viaje, estará acompañada de su manager (Jude Law) y una publicista (Jennifer Ehle), quienes al parecer tendrán las mejores intenciones con ella.
Es hasta después de la primera mitad de la cinta que podemos ver a Natalie Portman como la Celeste adulta y con una carrera hecha, pero tambaleante, pues la violencia vuelve a hacerse presente: en una playa de Croacia unos terroristas han cometido asesinatos usando indumentaria de uno de sus videos más populares. Ella deberá hacer cara a esto frente a la prensa, sin importar que su estabilidad emocional no atraviese el mejor momento.
“No quiero que la gente piense mucho. Solo quiero que se sientan bien.”
Ésta es una de las frases de Celeste durante la película. La recalco porque creo que la define muy bien. Ella se convierte en la cara de una generación, pero no por los motivos que hubiera querido. Nosotros somos testigos de a dónde la lleva esa necesidad de sólo sentirse bien, la acompañamos en ese gran cambio entre la adolescente ingenua y la adulta llena de ira.
Esa transformación es lo que mantiene la película, y tanto Portman como Cassidy hacen unas grandes actuaciones. Si bien ambas lucen como cualquier popstar que puedas nombrar, no esperes encontrar a la heroína que se reivindica y quiere cambiar. Esta “biografía” musical no tiene el factor feel good de sus compañeras Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, 2018) o A Star is Born (Bradley Cooper, 2018).
Me parece obvio que Brady Corbet usa esta cinta como vehículo para hablar de la violencia y de los efectos de la fama, pero su estrategia no se siente aleccionadora ni moralista. Al contrario, permite que el espectador tome sus propias decisiones. Porque al final, la cinta deja más preguntas que las respuestas que ofrece.
Vox lux cuenta con una trama sin un gran plot twist, pero con actuaciones sobresalientes. Es una cinta ideal para quienes gustan de ver propuestas distintas a las de las grandes producciones. Sin duda saldrás de la sala con ganas de analizar lo que acabas de ver.
Además, Natalie Portman bailando y cantando en el escenario como diva de la música pop es algo que no te puedes perder.