¿El Fenómeno de Barbenheimer puede repetirse?

Emily Blunt asegura que Hollywood y el cine necesitan otro Barbenheimer. Pero, ¿qué tan posible es que pueda replicarse con éxito?

En este artículo:

  • Emily Blunt dice que urge replicar el fenómeno de Barbenheimer por el bien del cine y la industria de Hollywood.
  • El Barbenheimer demostró que la audiencia quiere ver historias diferentes y están dispuestas a pagar grandes cantidades de dinero por hacerlo.
  • Sin embargo, replicar este éxito no será nada fácil, ya que hay una serie de condiciones que se tienen que cumplir antes.

El “Barbenheimer” fue uno de los fenómenos más grandes que vivió la industria de cine en 2023. Aunque en teoría el blockbuster cómico de Barbie y el drama biográfico de Oppenheimer iban a competir en taquilla, al final la audiencia decidió apoyar las dos cintas simultáneamente y fue a verlas ambas, no en ánimos de competencia, sino porque sentían que no podían ver una sin ver la otra.

Entre memes, cosplays y una discusión que duró meses en internet gracias a comentarios de figuras como Tom Cruise y Steven Spielberg, muy pronto se comenzó a vender mercancía del Barbenheimer. Y al final, ambas cintas recaudaron en conjunto 2 mil 388 millones de dólares en taquilla contra un presupuesto (conjunto también) de 245 mil.

Después de la pandemia, el streaming y las grandes dudas que hay alrededor de la salud económica del cine dado que las cintas que solían ser grandes éxitos ya no lo son, el Barbenheimer fue una bocanada de aire fresco que le devolvió la esperanza a las salas de cine.

Y de acuerdo con Emily Blunt, el fenómeno de Barbenheimer tiene que suceder de nuevo, por el bien del futuro en Hollywood y la industria en general.

Barbenheimer
Imagen: Fotogramas

Emily Blunt dice que Hollywood debe replicar el Barbenheimer

En una reciente entrevista con The Playlist, la actriz Emily Blunt, que participó en Oppenheimer y es una de las actrices favoritas para competir por una nominación a Mejor Actriz de Reparto en los Oscars 2024, reflexionó que el Barbenheimer tendría que ser replicado por el bien del cine.

“Tenemos que hacer que suceda de nuevo. Miren lo que hizo por el cine. Miren lo que hizo por la gente.

Fue una celebración tan hermosa de un rango muy diverso de películas. ¿Por qué tienen que ponerse a competir? Simplemente vayan a ver ambas, es fantástico”.

Emily Blunt, the Playlist

El Barbenheimer fue un gran éxito en parte porque parecía que la competencia era muy diferente: por un lado, la comedia de Margot Robbie y Ryan Gosling era una cinta que apostaba por la popularidad de la muñeca Barbie de Mattel para construir una historia que resultó ser un comentario satírico sobre el feminismo y la lucha de géneros que vive la sociedad.

Por el otro lado, Oppenheimer era un drama biográfico creado por Christopher Nolan, quien había cortado lazos con Warner Bros para poder tener el control artístico completo de su producción.

Uno de los efectos más interesantes del Barbenheimer, fue que Oppenheimer recaudó 952 millones de dólares, que si bien quedó detrás de los 1,400 mdd que recaudó Barbie, la posicionó como la biopic más taquillera de la historia, y si contamos que es un drama de casi 3 horas, este éxito es todavía más sorprendente.

Barbenheimer
Imagen: The Empire

¿El Barbenheimer podría replicarse?

Aunque el fenómeno de Barbenheimer ayudó al desempeño de las dos películas y demostró que la gente está dispuesta a ir al cne para ver historias originales, de calidad y novedosas, en realidad el fenómeno es algo complicado de replicar.

Para empezar, tanto Barbie como Oppenheimer eran cintas blockbuster sumamente esperadas. Una por el trabajo de Christopher Nolan, la otra por ser la primera vez que veíamos a la muñeca de Mattel cobrar vida en live-action. 

El hecho de que ningún estudio quisiera mover su fecha de estreno, era porque creían fervientemente que la audiencia iba a darles una oportunidad, además de que aumentó la expectativa de la audiencia pues daba la sensación de que era una muy dura competencia.

No es lo mismo que el fenómeno que se vivió recientemente conocido como “Gardzilla”, en donde se estrenaron simultáneamente Godzilla -1 y El Niño y la Garza. Una es una película de monstruos situada en la Segunda Guerra Mundial, la otra es una cinta animada que ofrece un viaje filosófico sobre dejar ir y dejar fluir.

No apela al mismo tipo de audiencia, no tiene una conexión especial. Y aunque vale la pena ver ambas, porque ofrecen historias originales y diferentes, no hay esa urgencia por ver las dos, por hablar de las dos en conjunto, pueden existir dentro de sus segmentaciones y nichos de manera independiente.

Y además, Hollywood ya está tomando las lecciones equivocadas del Barbenheimer. Para empezar, Mattel ya anunció una ola de nuevas películas basadas en sus propiedades intelectuales. 

Tampoco sabemos si una biopic pueda tener el mismo nivel de expectativa que tuvo Oppenheimer, pues Killers of the Flower Moon o Napoleon, con todo y sus experimentos de producción y estrenos híbridos en Apple TV+, no tuvieron el mismo éxito.

Quizá no se pueda replicar el Barbenheimer como tal, pero la lección que deberíamos tomar de él es que el cine necesita historias originales e interesantes hechas con libertad creativa y corazón.

Barbenheimer
Imagen: Variety