Kidding, una excelente serie fuera de lo convencional

Rara, divertida, dramática, surrealista y simplemente única.

La actuación de Jim Carrey es la mejor de su carrera

Kidding. El nombre no dice nada de lo que en verdad trata esta serie, que sorprendió de forma súper positiva a críticos en todo el mundo. No es habitual encontrarse con programas que te elevan el alma, que te conmueven con una magia única y te llevan hacia reinos poco explorados.

Es una serie que cuenta una historia interesante de una forma nada convencional y con tanta calidad que te deja casi perplejo, como si de repente un viento fuerte te despeinara el cabello.

Dirigida por el gran Michel Gondry, quien repite fórmula con el actor y comediante Jim Carrey, y con un guión de Dave Holstein; estamos ante la presencia de una de las obras más originales de los últimos añosKidding nos descoloca y nos vuelve a armar para convertirnos en alguien distinto, con nuevos elementos y nuevos hilos que renuevan el tejido de nuestra vida.

Trama

Kidding sigue la historia de Jeff Piccirillo, o Pickles, como es conocido por su personaje de televisión infantil: Mr. Pickles. Por muchos años ha sido un programa de rotundo éxito: un show multimillonario para ser exacto. Algo como lo fue en su tiempo Mr. Rogers, programa estadounidense al que hacen cierta referencia.

Este show infantil tiene a Mr. Pickles platicando con distintas marionetas, hablando de temáticas que gustan a niños y niñas por igual, gracias al encanto natural y proyección calmada, positiva y de buena persona que tiene Jeff. Pero todo eso está cambiando por los hechos recientes, especialmente por la pérdida de uno de sus hijos en un accidente de tránsito.

Desde entonces no es el mismo, ya no vive con su esposa Jill, ni con su otro hijo, Will, quien es gemelo del fallecido Phil. La relación familiar se ha deteriorado por más que Jeff trate de impregnarse una sonrisa en el rostro y usar siempre las palabras correctas para intentar resolver conflictos.

En el trabajo tampoco está rindiendo igual que antes. Aunque sus años de experiencia le sirven para mantenerse firme, eventualmente ya no se siente normal haciendo lo suyo, por lo que intenta hablar con el productor del programa, su padre, para que le permita abordar el tema de la muerte. Quiere mostrar más de su humanidad, de ese dolor interno que tiene reprimido.

Por otro lado, está su hermana Deirdre, fabricante de las marionetas en el programa infantil, quien aporta una historia alterna al tener que lidiar con otro tipo de problemas en casa: un esposo que puede estar engañándola y una hija que percibe que algo anda mal con sus padres.

Desarrollo y estructura

Decir algo más de la historia sería tirar spoilers; además, con ese planteamiento que leyeron realmente no tienen idea de cómo es esta serie. Me cuesta poder describir su estructura, siendo lo más fácil indicarles que si han visto Eternal Sunshine Of The Spotless Mind (dirigida por Gondry) tienen ya una idea de lo surrealista y abstracta que puede llegar a ser.

La luz da la impresión de que es de fuente natural en prácticamente todo momento, con juego de brillos y sombras muy interesantes. Y es que Gondry no escatima recursos en convertir cualquier diálogo en momentos verdaderamente únicos, no precisamente por ángulos rebuscados, sino por los factores que influyen en la escena, como por ejemplo cuando se traslapan las marionetas con el mundo real.

En el desarrollo de la trama a veces se siente como que es un sueño, porque tiene una paleta de colores que juega con lo saturado y lo más sutil: ese contraste entre lo que Jeff es frente a las cámaras y cómo es detrás de ellas. Al final, él está sufriendo una especie de depresión que le cuesta expresar hasta que llega a un punto de ebullición; todo maravillosamente ejecutado con técnicas de filmación espectaculares.

Por dar un ejemplo, hay un plano secuencia que es el pasar del tiempo en el pequeño cuarto de una mujer. Esta escena quizás la hayan visto como un enorme logro cinematográfico en páginas de entretenimiento. Y sí, lo es, pero lo más curioso es que ese personaje es casi que invitado, ni siquiera terciario… Ése es el esmero que Gondry pone hasta en los pequeños detalles.

¿Apta para todo público?

Kidding no es una serie para cualquiera. Hay quienes quizás huyan al notar lo rara que puede llegar a ser, quizás algunos les estorbe la mezcla con el programa para niños…, pero no se confundan: no es un programa PG-13 ni mucho menos.

La actuación de Jim Carrey es la mejor de su carrera. Me encantó en Eternal Sunshine, pero creo que aquí se sobrepasa. Incluso tiene mayor mérito al conocerse que el propio actor pasó por una etapa dura en los últimos años. Como él mismo dijo en entrevista, el papel parece que le llegó en el momento justo debido a su experiencia personal. En sí, todas las actuaciones son sumamente buenas, desde los niños hasta los adultos.

No hay ningún instante que se sienta de relleno. Eso sí, a veces, específicamente antes de los últimos tres episodios, puede que la confusión sea mucha para el espectador; llegando a interpretar las rarezas como pretensión por parte de los creadores de querer innovar demasiado.

Además, esta serie por más que tenga esos pasajes surrealistas, no tiene diálogos en vano. Los mensajes tienen un significado profundo, lecciones que se acoplan a lo que vive cada personaje. De hecho hasta la música, ya sea la del soundtrack o las originales, está meticulosamente introducida para formar parte de la ambientación tan particular que tiene esta producción de Showtime.

Veredicto

Kidding es una serie para sentarse y consumirla con detenimiento. No está hecha para tomarse a la ligera, aunque el humor negro que tiene es muy efectivo y divertido, pero alcanza una complejidad que te queda rebotando en la mente tras concluir su episodio 10, con el que finaliza su primera temporada.

Afortunadamente ya se confirmó que viene una segunda temporada, la cual esperaré con muchísima expectativa, ya que tiene ese toque indie que uno acostumbra a ver en el cine de la más alta calidad.