Ya se nos acaba el año y Netflix parece estar redimiendo los errores del verano.
Con el estilo y dinamismo propio de Jeremy Saulnier; esta cinta de suspenso explora las bajezas del ser humano y desdibuja los límites del instinto animal.
Lo que veremos
Bajo el frío inclemente de Alaska, nos sitúan en la comunidad de Keelut. Ahí Medora Slone (Keough) sufre por la muerte de su hijo. Sola y devastada, le escribe al naturalista Russell Core (Wright) para contarle lo ocurrido: el pequeño murió atacado por los lobos.
En la carta, le ruega por ayuda, pues su esposo Vernon (Skarsgård) se encuentra de servicio en Iraq y ella quisiera (al menos) entregarle un cuerpo qué enterrar.
Conmovido por la carta y motivado por otros asuntos personales, Rusell acepta; desde su llegada se da cuenta que la situación es más compleja de lo que imaginaba.
Abrumado por el clima, la comunidad hermética y una madre al borde de un colapso nervioso; Rusell trata de encontrar una explicación a lo sucedido. Paralelamente, el regreso imprevisto de Vernon a Keelut sólo complica más la situación.
Distanciado de los lugareños, Rusell encuentra más lógica y ayuda en el detective Marium (Badgett); con él, irá descubriendo los oscuros secretos de los Slone y tratarán de resolver el inquietante caso, antes de que cobre más víctimas.
¿Vale la pena verla?
El trabajo que han estado haciendo cineastas como Taylor Sheridan, Nicolas Winding Refn o Tom Ford lo encuentro muy refrescante. Sobre esa línea, la joven filmografía de Sauliner es digna de seguirse de cerca. Su estética es gráfica, cruda y potente.
Además ha complementado su oficio con historias que no sólo se acomodan a su estilo; también son guiones originales o muy bien adaptados, como es el caso de esta cinta.
Este «género» (por llamarlo de alguna manera), no es para todos; pero sin duda vale la pena visitarlo y más cuando está bien hecho.
Sobre el final…
Aquí es donde se va a dividir drásticamente la opinión; el desenlace queda a interpretación del espectador. Para entenderlo un poco mejor, habrá que tomar en cuenta tres cosas:
-El título de la película y la oscuridad como metáfora.
-Los detalles y guiños sobre el pasado de Vernon y Medora.
-Cómo se proyecta el comportamiento de los lugareños con la manada de lobos y viceversa.
En conclusión
Si eres fanático de True Detective, las producciones de David Fincher o el estilo visceral del maestro Cronenberg; seguramente le encontrarás el gusto a Hold the Dark.
Este tipo de thrillers no son muy digeribles y se convierten en películas que son amadas u odiadas por igual. Cualquiera que sea tu posición, nos encantaría leerla aquí abajo.