Crítica | Wednesday: ¿el equilibrio perfecto entre novedad y legado?

Jenna Ortega destaca con su propia versión Wednesday a través de un universo innovador, tanto para los amantes de la Familia Addams como para nuevas generaciones

Jenna Ortega destaca con su propia versión Wednesday a través de un universo innovador, tanto para los amantes de la Familia Addams como para nuevas generaciones

Los Addams son una de las familias más queridas del cine y la televisión pues, habiendo gozado en los años 60 de gran popularidad y retomando el misticismo de la franquicia en las películas de los 90, los personajes creados por Charles Addams actualmente son reconocidos a nivel mundial y por más de una generación de espectadores.

Es por eso que la serie Wednesday de Netflix tiene varias misiones por delante: la primera, hacer honor a un legado que ha marcado tanto al cine como al público, explorar a uno de los personajes más intrigantes de la familia Addams y hacer justicia al primer trabajo en series de uno de sus directores, Tim Burton.

Pero, ¿logra en efecto estar a la altura del excéntrico legado de los Addams? ¿Y es el retorno de Tim Burton al género qué tanto esperábamos? Te lo contamos.

Sólo Wednesday

Después de un trágico “accidente” en una de sus escuelas, WednesdayMerlina en Latinoamérica—, es enviada a la Academia Nevermore, una institución para jóvenes extraños/as (outcasts), quienes buscan la mejor manera de encajar en el mundo con sus dotes particulares.

Wednesday logra cumplir con las expectativas que todo/a fan de la Familia Addams podría tener respecto a la serie; entre un humor mórbido, situaciones misteriosas y la habilidad de su protagonista para desenvolverse naturalmente entre todas y cada una de ellas, más que hacer justicia, pone en alto todo lo que hace a Wednesday pues… Wednesday.

Jenna Ortega captura a la perfección la esencia del personaje y le permite por primera vez hacer algo que nunca se había intentado antes en la franquicia: dejarla crecer, y empujarla a través de eventos que están fuera de su control, resaltando su extrañeza en un mundo distinto y ¿por qué no? También experimentando con alguna que otra habilidad sobrenatural.

Sin duda alguna, el acierto más grande de toda la serie es dejar el peso de ésta en los hombros de Ortega, quien se deja llevar por el personaje con tal naturalidad que parece haberlo interpretado durante toda su vida. Asimismo, se permite jugar con facetas que rompen la superficialidad casi estoica que caracterizaba a los primeros dibujos de la misma, volviéndolo uno de los personajes más sólidos no sólo de su historia, sino en todo el lore de la familia Addams.

Por primera vez se siente que Wednesday tiene un propósito y no sólo es reactiva, se vuelve un factor activo de su historia y eso es más que suficiente para arrastrar al público a buscar respuestas a su lado. Exitosamente además, aunque propone personajes igualmente interesantes y con historias diferentes, Wednesday jamás es opacada, recordando constantemente por qué es la protagonista de la historia.

No obstante, aunque sí llena los zapatos del personaje, de la misma manera en que la serie homenajea a sus antecesoras, esta serie no está necesariamente creada para aquellos que han crecido o que conocen de toda la vida a Wednesday y su familia; pues una de sus virtudes más grandes es que, a pesar de forjarse a través de decenas de películas, series e interpretaciones previas, la serie de Netflix logra vivir por su propia cuenta y gozar de un individualismo que la hace resaltar entre otras versiones de los personajes.

Sin embargo, especialmente los/as seguidores/as de las cintas protagonizadas por Raul Julia y Anjelica Houston encontrarán un gran tributo a la versión de Wednesday de las cintas, pues la presencia de Christina Ricci termina por unir ambos universos de una manera increíble.

Dejarse llevar por lo nuevo y lo no tan nuevo

Si bien Wednesday destaca por ser distinta a las versiones anteriores de la familia Addams, es necesario que el público decida estar abierto a tales diferencias. Ya que más que funcionar como una comedia, se transforma en una serie de adolescentes, misterios y pistas que recuerdan mucho a Nancy Drew e incluso Smallville, esta última en la que sus showrunners trabajaron previamente.

La temática que permea a la serie es justo lo complicado que es para un adolescente encajar, especialmente cuando tal adolescente es tan extraño socialmente como lo es Wednesday, o como el resto de los outcasts de la Academia Nevermore.

Y es que, extrayendo a Wednesday de la órbita de su familia,—donde también choca frecuentemente con su propia madre, Morticia (Catherine Zeta Jones)—, resulta muy curioso verla interactuar entre otro grupo de personajes que varían en su recepción hacia ella, desde repelerla hasta querer formar parte de su círculo más cercano. Ahí radica otra de sus fortalezas, pues no todo es un rechazo constante hacia Wednesday y su personalidad, sino un acercamiento con el que el propio personaje tiene que aprender a lidiar.

Ahora, una historia donde el espacio de desarrollo principal es una Academia para personas diferentes no es ajena al público, pues es algo que se ha visto en decenas de series, cómics y películas tales como Legacies, X-Men, Percy Jackson, entre varias otras. Y es aquí donde quizá la serie choca con uno de sus defectos, pues más allá de presentar a la población mítica que habita en el colegio, no termina por explotar ni las habilidades, ni generar un gran interés por el resto de las facciones de Nevermore.

¿El épico regreso de Tim Burton?

Tim Burton dirige los primeros cuatro de ocho episodios de la temporada, y en efecto, es una huella que se queda marcada de principio a fin. Pues no sólo construye a Wednesday como un personaje sumamente personal para él, sino que se atreve a establecer un mundo a su alrededor que goza de la firma de su autor a gran escala.

Los monstruos, los escenarios, la dirección y traducción de personajes están firmemente afianzados a la pluma de Tim Burton, quien vuelve a poner sobre la mesa criaturas de su imaginario que recuerdan mucho al trabajo del director en los años 80.

Asimismo, el tono y el estilo pertenecen completamente a Burton, quien juega con elementos tanto en la pantalla como en los diálogos para hacer realidad su sueño de introducirse a los Addams. 

No obstante, conforme avanza la temporada sí se nota la salida del director, cosa que no es necesariamente negativa, pues Gandja Monteiro y James Marshall siguen casi al pie de la letra la guía marcada por Tim Burton, aunque empujando a la historia a través de sus propias visiones y logrando impulsar el ritmo de la serie en crescendo hasta su final.

Un poco más de veneno

Ahora, aunque tanto la participación de Tim Burton como la de Jenna Ortega fungen como pilares para la serie, es imposible dejar pasar por alto varias deficiencias en las que la serie cojea. 

Por un lado, aunque la reinvención de todos los Addams está directamente ligada con sus contrapartes de la serie de los 60 —por lo que aunque extravagantes, no son necesariamente homicidas orgullosos—, uno de sus integrantes falla terriblemente al encontrarse bajo el reflector: Fester (O Lucas) Addams en manos de Fred Armisen.

La llegada del personaje no sólo rompe con una secuencia que sus episodios habían establecido casi magistralmente, sino que quiebra por completo el ambiente, entregando un Fester que, además de no contribuir a la historia, sólo estorba. 

Y es que en realidad, el rol de aliado directo de Wednesday se cumple casi a totalidad a través de Thing Dedos—, quien además de fungir como un comic relief para el show, pone el dedo (jeje) sobre los aspectos que hay que empujar en la trama.

Ahora, aunque varios de los integrantes de la Academia Nevermore poseen una relación única entre ellos y con Wednesday, algunas de sus tramas se quedan a medias con el fin de resolverse en episodios futuros, pero haciendo sentir extrañamente incompleto sus avances en los 8 capítulos que dura la temporada, la cual igualmente se siente inconclusa.

En este momento también es necesario hacer hincapié en las extrañas decisiones que se tomaron para algunos personajes, pues aunque varios de ellos son interesantes, contrastantes y complejos, algunos son empujados por vías que no necesariamente les pertenecen. 

Poniendo de ejemplo a Enid Sinclair (Emma Myers), quien en algún momento es “candidata para un campamento de terapia de conversión de hombres lobo”, haciendo una crítica directa a tales campamentos para personas LGBT en vida real, pero sin ser un personaje que pertenece a dicha comunidad, lo que hace que tal plot se sienta desconectado y hasta incómodo.

Wednesday

Visión cumplida

Wednesday es una serie que no exige mucho para disfrutarse, volviéndose una variante única de la familia Addams y homenajeando tanto a su legado como a las series teen de misterio y suspenso. La serie sabe lo que quiere hacer y lo logra, posicionándose como una de las historias más interesantes de los Addams hasta la fecha, y haciendo crecer un universo que además de ser rico en mitología, es completamente nuevo para su público.

Siendo su primera temporada, le falta definir bien hacia dónde quiere ir, no sólo con su protagonista, sino con el resto de los personajes que la rodean. Pues aunque apuesta mucho por el futuro, quizá se olvida un poco de vivir y resolver sus misterios en el presente, ocasionando que varias de sus tramas dependan firmemente de una segunda temporada para explotarse al máximo.

Por último, la química entre sus actores y personajes es realmente brillante, especialmente cuando éstos giran en torno a Wednesday, quien tiene una manera única de interactuar tanto con aquellos con los que la hemos visto desenvolverse previamente, como con aquellos que tienen potencial para volverse miembros icónicos del lore de los Addams —Enid, Xavier (Percy Hynes White), Bianca (Joy Sunday) y por supuesto, Tyler (Hunter Doohan)—.

Wednesday estrena el 23 de Noviembre exclusivamente en Netflix.