Para bien o para mal, Black Adam es una película que nos recuerda que el género de superhéroes no debe ser tomado tan en serio
No es secreto que el universo de DC se encuentra en una de sus etapas más cruciales. Pues con todo el caos sucediendo en Warner Bros. Discovery y DC Films, el futuro de la franquicia de superhéroes camina sobre una línea muy delgada, cuyo siguiente movimiento podría definir si sobrevive o no.
Tal tarea recae sobre los brazos de Black Adam, una cinta basada en el antihéroe de DC, cuyas habilidades casi divinas lo ponen a la altura de héroes como Superman. Y es que esta es la primera película basada en la legendaria figura que será inicialmente presentada a nosotros como Teth Adam, y que podría suponer el comienzo de la nueva era en el cine de DC Cómics.
Pero, ¿The Rock realmente logra sostener este proyecto? ¿O es otro experimento fallido que termina por hundir a DC de una vez por todas? Aquí te lo contamos.
Héroes vs Leyendas
Quizá una de las ventajas más grandes que tiene todo el universo de DC, es la cimentación que tienen sus historias en diversas mitologías, tomando inspiración de fábulas de diversos puntos alrededor del mundo para traer visiones innovadoras a sus superhéroes.
Black Adam no es la excepción, pues al construirse directamente en un ambiente situado en el Medio Oriente, donde además recibe inspiración y fuertes influencias de mitologías egipcias y mesopotámicas, más que un superhéroe logra sentirse como un mito y la reencarnación de algo verdaderamente poderoso.
Y es que Teth Adam no está solo en esta aventura, pues con la presentación en cines de grandes personajes de los cómics, tales como Dr. Fate, Hawkman e incluso la versión mortal de Isis, Adrianna Tomaz, el universo de DC parece haber aprendido que su fortaleza está en comenzar a crear leyendas más allá de personajes fugaces.
Sin embargo, ¿logra hacer justicia a los grandes antecedentes de sus personajes? Lo cierto es que no. Desafortunadamente la presentación de varios de ellos se limita a su pertenencia a la Sociedad de la Justicia —que en esta película no es de América exclusivamente—, por lo que se desconocen los verdaderos motivos detrás de cada uno de sus participantes.
Pues más allá de los Tomaz y de Teth Adam mismo, el resto de sus participantes está armado con tal superficialidad que no resultan lo suficientemente interesantes para querer saber más de ellos, a menos que se sea un verdadero fanático de su material de origen, es decir, los cómics.
Eso no resta que sus actores hagan una buena labor con lo acortado de sus historias, las cuáles son complementadas con un gran trabajo de efectos especiales, los cuáles sobrepasan por mucho a otras producciones de superhéroes que parecen haber dejado olvidado el verdadero arte del CGI y los VFX.
Épica, pero redundante
Si somos realmente honestos, cuando se trata de películas de DC Cómics la vara se ha reducido a un “ser mejor que el resto de las películas” en su propio arsenal. Y eso es justo lo que le sucede a Black Adam.
Pues por un lado, es una muestra del camino que tiene que seguir DC para lograr consolidarse como la gran materia de héroes que pretende lograr Zaslav, sin embargo, es apenas lo suficientemente mejor a otros títulos de su propia franquicia que, de no ser por los previos fracasos, realmente pasaría desapercibida.
El problema principal está en que le cuesta entender a todas las piezas con las que se construye, haciendo que en ocasiones su guión, historia y estructuras se sientan repetitivas, como si les hubieran dado demasiado tiempo a llenar. Esto sucede desde su segundo acto, a la aparición de la Sociedad de la Justicia, los cuáles no son terminados de explorar para caer en una cansina dinámica entre su líder y Teth Adam.
Si bien, tanto el carisma de The Rock como el de Aldis Hodge logran sobrellevar sus interacciones, no son suficientes para resolver un guión que se cae a pedazos. Lo mismo pasa con personajes como Cyclone (Quintessa Swindell) y Atom Smasher (Noah Centineo), quienes tienen tiempo suficiente para desarrollarse y evolucionar, pero que desperdician tal espacio para repetir tomas atractivas de sus habilidades y diálogos irrelevantes.
Échale un poco más de caos
Por otra parte, donde también flaquea es en establecer realmente el potencial de su historia y el verdadero peligro al que se enfrentan. Puesto que, aunque sabemos que Sabbac es una de las fuerzas más destructivas del mundo, nunca llega a sentirse como una amenaza tan grande, especialmente cuando la historia termina por contener el caos en un espacio pequeño que no pareciera verse realmente afectado por la presencia diabólica.
Los acólitos del personaje realmente llegan a sentirse inofensivos, haciendo que el gran encuentro entre Sabbac, Black Adam, y Hawkman se sienta tremendamente anticlimático y hasta cierto punto genérico.
Esto último podríamos atribuirlo a lo complicados que tienden a ser varios de los villanos más importantes de DC desde su origen en los cómics; pues pareciera que al menos en el DCEU hemos conocido tres versiones diferentes de la misma entidad infernal, ya que todas y cada una de ellas han carecido tanto de identidad como de sustancia propia.
Un buen paso de 100 que hacen falta
Black Adam cumple su propósito al establecer la línea de DC y definir qué quiere hacer con sus personajes, especialmente atreviéndose a jugar con la fuerza de su protagonista para ponerlo a la altura de alguien que tiene su momento después de los créditos.
Y aunque pretende jugar con una nueva y mucho más sólida mitología, no se deja absorber por la intensa oscuridad que vuelve al mundo completamente serio, dándose permiso para ser sarcástico, absurdo y reírse del propio género de los superhéroes.
Es por eso que, para bien o para mal, Black Adam es una película que nos recuerda que no hay que tomarse tan en serio al género, sino disfrutarlo y dejarse conquistar por la posibilidad de convertirnos en el ser más poderoso del mundo.
Y si bien, no es la mejor película en el cine, es sin duda uno de los pasos mejor dados de DC hacia un futuro que promete terminar de consolidarse con más héroes y menos pretensiones.
Por último es preciso reconocer que la cinta es una de las primeras en la línea de DC Cómics en tener un cast realmente diverso en etnias, presentando una riqueza pocas veces vista en la vía de los superhéroes y contribuyendo a hacer sentir que esta historia tiene potencial para suceder en cualquier rincón del mundo.