La Niña Callada (The Quiet Girl) es una película que poco a poco ha ido ganando notoriedad y puede convertirse en un clásico de culto. Utilizando el irlandés como idioma primordial, la cinta dirigida por Colm Bairéad estuvo presente en la pasada edición de Los Premios Óscar, y ha sido aclamada por la crítica.
La cinta presenta una historia contenida y pequeña, en donde una niña Cáit (Catherine Clinch), que tiene problemas en la escuela y también debe lidiar con un entorno familiar volátil, se va a pasar un verano con un familiares lejanos.
En Fuera de Foco, tuvimos la oportunidad de platicar con el director Colm Bairéad sobre por qué la película ha sido tan exitosa.
¿Por qué The Quiet Girl tomó al mundo por sorpresa?
The Quiet Girl es el primer largometraje de Bairéad, por lo que dice que no sabe si “esto pasa cada que se hace una película nueva”. Su cinta ha sido catalogada una de las mejores historias de la reciente década, y se ha hablado mucho sobre cómo logra preservar el idioma irlandés, ya que de hecho también es la primera película 100% en ese idioma que llega a las preseas de La Academia.
Pero para Bairéad, este probablemente es un proceso natural del cine, pues “una vez que sale un filme, lo que debes ver es cómo se encuentra con una audiencia”, y asegura que realmente tiene muy poco control sobre eso.
“Creo que el cine es como criar a un hijo/a. Llega un momento en el que te das cuenta de que no te pertenece.
Así que realmente nunca sabes, cuando la estás haciendo. No anticipamos este nivel de éxito, jamás imaginé que esta película pudiera llegar a territorios como México o Argentina”.
Colm Bairéad, Fuera de Foco
El compromiso parece que es parte de su éxito. “Nosotros sólo nos enfocamos en contar la historia de Cáit. En que la película fuera un ejercicio de empatía, de compasión y de entendimiento, que la gente de verdad se pusiera en sus zapatos”.
Cáit pasa mucho tiempo en soledad, nerviosa por no tener un buen desempeño escolar y por las reprimendas de sus padres. Cuando llega a la casa de sus familiares, ella ya está acostumbrada a pasar desapercibida, pero poco a poco va formando una relación con sus tíos.
Lo que más llama la atención de The Quiet Girl es que, fiel a su título, los momentos más importantes ocurren sin diálogos, a través de miradas o momentos sencillos y rápidos. El cariño que construye Cáit con sus tíos se va dando día con día, a través de pequeños momentos cotidianos.
Al respecto, el director nos comentó que la razón por la que decidió guiar la narrativa así es por la forma en la que está escrita Foster, la novela de Claire Keegan en la que está basada.
“[Foster] es un cuento corto-largo, como lo define su autora. tiene 80-85 páginas y nos cuentan todo desde la perspectiva de Cáit, quien va narrando cosas que le pasan o cómo recuerda su vida durante ese verano.
Yo no quería usar flashbacks, no quería tener que ir de un lugar a otro. Así que decidimos usar el silencio, los espacios. Usar miradas, creo que es una forma de honrar la historia original”.
Colm Bairéad, Fuera de Foco
The Quiet Girl se convirtió así en una película fascinante, que uno va adentrándose gracias a la increíble química de sus estrellas. Y de acuerdo con su director, este era un experimento que hicieron conscientemente.
¿El cine siempre es una historia universal?
The Quiet Girl, aparentemente, cuenta la vida de una familia rural irlandesa. “Uno de mis más grandes sorpresas es que a pesar de tener una especificidad cultural muy particular, hay una cualidad universal en los temas que exploramos y ha tocado a mucha gente alrededor del mundo. Eso fue sorprendente” nos comentó.
El director complementó su respuesta diciendo que siente que “todos los/as artistas tal vez esperan estos momentos, este tipo de historias en donde no tengan que depender tanto del diálogo y puedan hacer otras cosas”.
El director buscaba también ”explorar cómo Cáit se relaciona con su entorno y ambiente” por lo que se esforzaron en crear un diseño de producción “que no sólo representara la realidad de la vida rural en Irlanda, sino que también fuera cambiando conforme la relación de la niña con sus tíos se vuelve más y más profunda”.
“Creo que eso abre mucho diferentes niveles de interpretación” nos comentó el director, cosa que cree que fue una experiencia sorprendente, ya que una de las lecturas inesperadas que ha recibido The Quiet Girl, “es que me han dicho mucho que también revela mucho de las experiencias de las infancias trans”.
“Al final, no sabes el impacto que tendrá una escena, no sabes el impacto que tendrá un final ambiguo cómo el nuestro. Cuando hablas de crecer, familia y relaciones, realmente nunca sabes qué tipo de emoción vas a causar.
Y eso es interesante, porque creo que hicimos una película que honra una cultura, pero también inspira otros significados”.
Colm Bairéad, Fuera de Foco
The Quiet Girl es una película diferente que pide prestarle mucha atención, pero su historia es tan cautivadora que sin duda vale la pena experimentarla en una pantalla de cine.